Revista Cine

La caja lista: The wire

Publicado el 16 mayo 2010 por Lapalomitamecanica
¿La mejor serie de la HBO?

La caja lista: The wireThe Wire, es posiblemente una de las mejores series de la HBO y por consiguiente de la historia de la televisión. Esta obra maestra del género policiaco es extremadamente compleja para definirlo en unas pocas líneas. Estamos hablando del análisis social, económico y urbano de todas las capas que forman el englomerado de la ciudad de Baltimore. El problema de las drogasde la desgastada ciudad del estado de Maryland, no solo influye en los barrios bajos de la cuidad, sino a todo el conjunto, ya que el mismo dinero sucio de este negocio llega hasta las mismas puertas del ayuntamiento, pasando por todos los políticos, que a su vez se ven influenciados en la toma de decisiones que repercuten en el futuro de la educación o de la morfología urbano-social y económica de la corrompida ciudad de Baltimor.

Durante cinco grandes temporadas, los creadores de esta magnífica serie nos retratan todos los personajes que llegan a jugar de una forma directa o indirecta en el problema del tráfico de droga. Policías, políticos, alcaldes, periodistas, yonkis, soldados de la calle, vendedores, capos, distribuidores, jueces, abogados…todos juegan un papel en el negocio, y todos quedan retratados de una forma fiel y exacta, exenta de todo sensacionalismo. No es una serie fácil de digerir, y no es tipo perdidos con un final impactante en cada capítulo. Sin embargo, a medida que pasan los capítulos The wire te atrapa y te cautiva porque no necesita recursos efectistas para demostrar lo grande que es esta serie.

La caja lista: The wireDesde la primera temporada hasta la última podemos apreciar lo podrido que está el sistemapolicial, por la incompetencia de sus mandos, preocupados solo en maquillar las estadísticas de cara a la opinión pública o elecciones. Los capos de la droga destruyen paulatinamente la ciudad ante la pasividad de las fuerzas del orden, ya que las muertes de los negros del gueto, no tienen el mismo valor que la muerte de un blanco. El esperpento llega a un nivel que tener una tasa de más de un muerto al día se puede llegar a considerar normal en un país del primer mundo.

Sin embargo, la lacra policial no solo viene de los altos mando, la mayor responsabilidad cae sobre los políticos o sobre el ayuntamiento, más preocupados por hacer magia con el juego de números referentes a las estadísticas del crimen que en combatir realmente el contrabando que no sea a base de dar palizas a los negros del Este y el Oeste de cara a las cámaras de televisión.

El pozo de corrupción en el que está sumergida Baltimore no tiene fin, de ahí el personaje de Clay Davis como Senador corrupto hasta límites insospechados. La democracia más antigua del mundo queda ridiculiza, al ver que su sistema democrático no es más que otro negocio donde los corruptos se aprovechan para rascarse la espalda los unos a los otros. Al igual que la cadena de mando de la policía, donde la política esta mas presente que el propio trabajo policial.

La caja lista: The wireTodos estos excesos lo acaban pagando el sistema de educación. Un daño colateral de la corrupción masiva, que arrastra a toda una generación de niños por la cultura de las esquinas. Los chavales solo conocen la ley de la calle y un sistema tan ineficiente no hace más que fomentar esa cultura de violencia, en la que les es imposible distinguir entre el bien y el mal. Vemos como los chavales van cayendo a trapichear a las esquinas porque no tienen otra salida y sabemos que el único futuro que les espera es una bala en la cabeza en un callejón o con suerte, la cárcel. Lo único importante una vez más son los números, las estadísticas de aprobados para las subvenciones. Sin duda, este es el problema más grave de Baltimore y el que menos repercusión tiene porque no es electoralmente atractivo.

Lo más grande de The Wire es su autentico realismo, al igual que la genial Los soprano, a cerca del trabajo policial, fielmente documentado gracias a su genial creador David Simon y su colega Ed Burns. Es evidente que muchos agentes de la CTU quedarían sorprendidos si viesen lo costoso que es lograr un triunfo policial en la vida real y sobretodo en Baltimore. Pero la dificultad no viene porque todos los agentes sean incompetentes, viene a partir de las limitaciones de todas las investigaciones, sobretodo si se trata de investigar hasta donde va el dinero de la droga.

La caja lista: The wirePero si algo nos ha regalado esta serie ha sido grandes personajes. Stringer Bell, Mcnulty, Omar, Bunk o por supuesto Marlo. Stringer el gran estratega y estudiante de economía que trataba el mercado de las drogas como un negocio empresarial, junto con la fuerza de Avon Barksdail, hacían un dúo sensacional. Mientras que Marlo, que también se definía como un hombre de negocios ha sido un auténtico gangster al estilo duro de Al Capone, cuyo filosofía era“mejor ser temido que respetado”, prueba de ello todos los asesinatos de las casas vacías. La vida o la muerte para estas personas, no vale más que el respeto de la calle.

Y que decir de Omar, un personaje que sin duda contrastaba con el resto. Era un Robin hood de la droga, duro como una piedra pero bajo toda esa armadura se escondía una persona sensible y sobretodo con principios. Bubbles en cambio, es la cara perdedora de todo este negocio, el entrañable yonki, confidente de la policía, que solo busca seguir su camino sin dañar a nadie mas que a si mismo.

La caja lista: The wireEn cuanto al otro lado de la moneda, tenemos a Jimmy Mcnulty. Es una persona con vocación de policía, cuyo espíritu es la propia esencia de Baltimore, que se va consumiendo a medida que la ciudad se va al infierno. Incapaz de volver a casa sin llegar borracho o haber permanecido fiel a su mujer después de toda la mierda que tiene que ver y su incapacidad para cambiar nada en una ciudad corrompida por el dinero manchado con sangre.

Para comprender todo el problema hay que tener todas las piezas del puzzle que te van dando a medida que van pasando las temporadas, de modo que podamos tener una perspectiva del asunto que da como resultado una imagen sombría pero real del estado de las cosas. Si buscáis un final feliz, no es vuestra serie, porque para los negros de Baltimore su futuro está ya escrito y lamentablemente, solo cambian los jugadores pero no el juego.


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