Hoy Joaquín Torres el director de A-cero, te recomienda, La Caja Mágica.
El proyecto es fruto de un concurso internacional concebido inicialmente dentro del plan de infraestructuras para la candidatura olímpica Madrid 2012, ganado por el arquitecto francés Dominique Perrault, que ha proyectado una composición que transforma la configuración urbana existente, tras la degradación a la que se había sometido a la zona, hacia un horizonte más cercano al hábitat natural originario: el de un río y su ribera. El diseño integra la obra en el paisaje del modo menos agresivo. Antiguos huertos que se regaban con aguas fecales darán paso a más de 100.000 m2 de parque con vegetación de ribera y un lago ecológico, que rodea la construcción principal. El lago aprovecha agua reciclada de la depuradora cercana y cuenta con un sistema forzado de oxigenación para su automantenimiento.
Cuando cae la noche, es cuando adquiere transparencia y muestra plenamente el contenido. La complejidad de la cubierta motivó su licitación por separado. Los techos móviles, que coronan el edificio unificando aún más su aspecto metálico en continuidad con la malla, constituyen el elemento más espectacular del proyecto, tanto por la solución de apertura y giro, como por su enorme tamaño y el aporte estético. Son una cubierta para cada uno de los estadios, apoyadas sobre una estructura perimetral fija, y que ocupan todo el vano sobre cada una de las pistas con una sola pieza abatible y deslizante que permite dejar dichas instalaciones parcial o totalmente descubiertas para poder celebar los torneos al aire libre. La techumbre móvil del estadio principal mide 103 x 73 m. y su apertura y elevación, a través de cilindros hidraúlicos, es de 12º girando alrededor de una charnela de 103 m. y desplazándose perpendicularmente a ésta 65 m. El tiempo de apertura de giro es de 15 minutos. Las cubiertas de los otros dos estadios alcanzan unas dimensiones de 44 x 60 m2 y el ángulo de apertura llega a los 25º. En cuanto a las instalaciones, cabe destacar el sistema de atemperamiento interior, que bajo la filosofía del ahorro energético, ha evitado la climatización sin renunciar a un ambiente de confort, que se consigue a través de la distribución de aire a 20º bajo los asientos, lo que origina un microclima envolvente en la zona cercana al espectador.
El complejo, además de la Caja Mágica, que le da nombre, cuenta con otra edificación de grandes dimensiones, el denominado “Tenis Indoor”, que tiene un desarrollo longitudinal de 600 m., (15.100 m2 de planta y 26.400 m2 construidos) y que aloja en uno de sus extremos cinco pistas de tenis para exhibición, cubiertas y con fachada de vidrio, con capacidadad para 350 espectadores cada una. En el extremo opuesto, alberga otras seis pistas cubiertas y sin fachada para entremaniento y, en la zona central, cuyo uso no está plenamente definido, se ubicarán, entre otras instalaciones, las sedes federativas, una escuela de tenis y un centro de alto rendimiento. Ya en el exterior, se encuentra el “Tenis Garden” integrado por 16 pistas (dos en hierba, dos en superficie rápida y 12 en tierra batida) que a su vez pueden agruparse en ocho o cuatro y que se conectan mediante pasarelas.
Con los dos edificios. El “Media Garden”, situado a la derecha del edificio “Tenis Indoor”, se destina al estacionamiento de unidades móviles de TV y aparcamiento para el personal. También se comunica mediante pasarelas con la “Caja Mágica” y el “Tenis indoor”. El proyecto se completa con una zona vegetal denominada “Parque de Ribera”, donde se mantiene la vegetación autóctona y se trazan caminos que discurren junto al río y el lago.
Por último, el “Parque del Camino de Perales” se contempla con un planteamiento paisajístico más libre y funcionará como reserva de suelo para posibles necesidades organizativas.