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La cajita de rapé - Javier Alonso García-Pozuelo

Publicado el 19 febrero 2018 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo

La cajita de rapé - Javier Alonso García-Pozuelo

Imagen: Casa del Libro

Publicación: Madrid: Maeva, 2017Descripción física: 415 p., 23 cm.ISBN: 978-84-16690-41-1CDU: 821.134.2-31"19"Signatura: N ALO cajPrecio: 19,90 euros en la Casa del Libro
Tras un cuarto de siglo como policía, José María Benítez, al frente de la comisaría de La Latina, ve a su alcance el puesto de inspector jefe de Madrid. Pero sus ambiciones personales quedan relegadas cuando en la casa de los Ribalter aparece muerta una criada.
El crimen, que parece tener un móvil económico, se complica al aflorar secretos familiares que vienen de Cuba, donde el señor Ribalter amasó su fortuna.
Mientras, Madrid vive la inminente apertura de Cortes y las primeras voces de la Unión Liberal, liderada por O'Donnell, que recrimina al gobierno la condena a los campesinos andaluces que se han sublevado en Loja.
COMBINACIÓN PERFECTA
Tanto la novela histórica como la novela negra son dos de mis géneros favoritos, así que cuando me enteré de qué trataba La cajita de rapé, y además vi que la acción se desarrollaba en mi ciudad, no pude evitar pensar que sería la lectura perfecta para mí. Y eso que no conocía al autor de nada y no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar; pero a priori el argumento me atraía bastante. Y después de leer la novela, me quedó claro que mis predicciones eran correctas.
Una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue que la historia me recordaba mucho a mis primeras novelas negras y policiacas, las de Agatha Christie y Conan Doyle, que empecé a leer allá por el siglo pasado. Y es que claro, la acción de La cajita de rapé transcurre en el año 1861 y en esa época prima por encima de todo la pericia y la capacidad de observación de los agentes de policía o de los investigadores criminales; ahora esto de la investigación policial es mucho más fácil, pero a finales del siglo XIX ni existía el CSI ni las pruebas de ADN ni los espectrómetros, así que las investigaciones criminales se basaban más en intuiciones y observación que en otra cosa. Y desde luego, aquí el rey de las intuiciones y de la observación es sin duda nuestro protagonista, el comisario Benítez.
A lo largo de la investigación, el comisario estará acompañado por Fonseca, su segundo de a bordo, y por Ortega, un abogado de Málaga que a pesar de ser un completo novato en temas policiales, ha sido nombrado a dedo secretario de la comisaría, desbancando a Fonseca del que era su puesto hasta ese momento. Y como toda novela histórica que se precie, al mismo tiempo que se nos presenta a los personajes ficticios, se nos irán dando unas pinceladas de la situación real en la que vivía la sociedad española de principios de los años 60 del siglo XIX: básicamente, una situación política de lo más inestable, en una ciudad de Madrid que en algunos aspectos todavía está algo desfasada, y con un cuerpo de policía que a falta de medios tiene que intentar resolver los casos echándole mucha imaginación y sobre todo muchas ganas.
Por si la difícil situación global en el país y los pocos medios con que cuenta la policía fueran poca cosa, la maraña de la investigación se empieza a complicar: lo que parece que ha sido el asesinato fortuito de la criada de los Ribalter sólo porque estaba en el sitio y en el momento más inoportunos, resulta no ser tan sencillo e incluso tiene lugar un segundo asesinato que pone patas arriba el desarrollo del trabajo policial. Y como apunta la sinopsis, irán poco a poco saliendo a la luz secretos familiares que complicarán la trama aún más. Sin embargo, esto en realidad supone un reto para nuestro comisario Benítez, que con sus tablas y su gran experiencia se irá poniendo a prueba a sí mismo con tal de resolver este caso, a pesar de que incluso el tiempo corre en su contra, si es que quiere dejarlo todo atado y bien atado para conseguir ese ascenso que tanto desea. Además, a través del inspector conoceremos no sólo el entramado de las calles madrileñas (personalmente me resulta una gozada recorrer, al tiempo que leo, lugares que ya conozco), sino también otros aspectos tan originales como la gastronomía típica de aquellos años, los lugares de más y de menos renombre, e incluso curiosidades literarias; como vemos, nuestro protagonista es también un hombre de lo más culto. Sin embargo, a pesar de su integridad no es perfecto, y él también tiene luces y sombras en su vida.
¿Qué misterio se esconde tras la cajita de rapé? ¿Conseguirá Benítez resolver el caso a tiempo? Para averiguarlo tendréis que leer esta novela, que por otra parte me parece de lo más recomendable.

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