Revista Educación
Se puede definir el concepto de “calle” como un espacio público rural o urbano, que es el soporte de las actividades no privadas de la ciudadanía, como el ir a casa, al trabajo, a la escuela, dar un paseo, jugar, encontrarse con el grupo de iguales o con el vecindario, ir de compras o tomar un café, también como el lugar para poder desarrollar actividades de carácter público, fiestas, manifestaciones, etc. La “calle” es un espacio vivo, lleno de emociones y sentimientos, un entorno en el que la gente interactúa, es un lugar que según dice Hincapiés Rojas “se dispone para ser ocupada, transitada, debelada, configurada, e incluso aprendida y enseñada”. La “calle” es una realidad social en la que es posible una gran diversidad, a la vez que presenta cercanía tanto efectiva como afectiva. Partimos de que el Educador y la Educadora Social son profesionales que realizan una intervención socioeducativa con personas, grupos y colectivos, y que lo hacen en los contextos en que se mueven, con el fin de que logren un desarrollo personal y social pleno, y participen, de modo responsable, en los diferentes ámbitos sociales y comunitarios. Para los Educadores y las Educadoras Sociales la “calle” es un medio abierto de intervención, que se puede utilizar como instrumento educativo, que integra a estos profesionales en el pueblo, en el barrio, en su memoria y en la dinámica de mejora y cambio. Cuando nos plateamos intervenir en la “calle”, lo podemos hacer desde una planificación preventiva y también de sensibilización. Establecemos una intervención socioeducativa dirigida a la población adulta o menores, en situación de riesgo de exclusión social, y que no suelen acudir a los recursos normalizados. Este tipo de personas, grupos y colectivos, presentan una serie de factores de riesgo que pueden llegar a originar una serie de conflictos sociales, como pueden ser absentismo escolar, consumo de drogas, violencia callejera, etc. Pero también la “calle” puede ser un espacio educativo dirigido a la concienciación y sensibilización de diversas problemáticas sociales. La puesta en marcha de proyectos dirigidos a la “educación para la paz”, al rechazo de la “violencia machista”, a la “defensa del medio ambiente”, al apoyo a las “personas refugiadas”, etc, son intervenciones desarrollados desde el campo de la Educación Social.
La foto del post corresponde a la dinámica “abraza la tierra”, que se realizó con más de doscientas personas, el día 30 de enero en la Plaza Mayor de Cacabelos (El Bierzo) y con motivo del Día Internacional de la Paz y la No Violencia. Samuel N.P.