
LA CAMISA
Me he puesto una camisa tuya, y he salido a pasear las calles.
No sé adonde ir, ni qué hacer.
Las aceras maltrechas por la que tanto protestabas, levantadas, sin espacio para el peatón, me resultan extrañas en tu ausencia.
Remolco mi orfandad por su adoquines despojados y ajenos, a pasos lentos, indecisos.
Camino como una estrella sin cielo, precipitada en lo profundo del mar.
Me remiro la camisa, acaricio el tejido como me acaricia él. Tu elegancia me favorece, mamá.
Era algo innato en ti. Jamás vulgar, ni estridente.
Hoy, quise hacer algo especial por tu cumpleaños. El que pudo ser el último y al que no llegaste.
Mis pies me conducen una y otra vez hasta tu casa, me llevan por tus rutas y me empujan a tus tiendas favoritas.
Quizá lo especial sea hacer esto. Recorrer tus mapas sin rumbo fijo, con mi tristeza y tu camisa puestas.
Dándote las gracias por haberme salvado tantas veces.
Al fin decido un destino: vuelvo a casa, contigo.
Mariaje López
Tu escritora personal por Mariaje López se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial.
