Revista Baloncesto

La canción de Juan Carlos Navarro

Publicado el 08 noviembre 2013 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
El capitán catapulta a un Barça que salva un engorro extremo ante el CSKA (79-70)

La canción de Juan Carlos Navarro

Navarro trata de superar a Khryapa - EFE.


"Esto de La Bomba... Sí, lo llevo también en el DNI, ya ves. ¿Cómo empezó? Bien, me decían que dinamitaba los partidos y así empezó todo", contaba Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, 1980) en una entrevista de Carme Barceló a la revista del DIR semanas antes de ganar la segunda Euroliga del Barça: "[El apodo] ha servido para hacer coñas, titulares... Me han dicho de todo, [incluso] 'ya no es una bomba, es un petardo'. Me han cantado la canción de King Africa". Pero la canción de Navarro no podría ser tan simple, debería ser eléctrica, con un estribillo desgarrador y muchos estilos diferentes para describir a un jugador diferente y singular que ha logrado tocar el cielo pese a su falta de físico. Suple su falta de músculo y envergadura con talento, diabluras y un tiro propio. Y aunque no esté al 100% por los percances que acumula, como la operación de tobillo de julio, sigue siendo el alma del Barça, al que rescató con su genio una y otra vez en la segunda parte ante el CSKA Moscú (79-70). Un triunfo fundamental para que los azulgrana no se compliquen la existencia tras los primeros latidos de la Euroliga.

"Llevo una semana trabajando bastante bien. Estoy muy contento por la victoria y por mi juego", resumió Navarro, tan directo con la prensa como en la pista. Un jugador nacido para ser capitán y engrandecer a sus compañeros. Es imparable, también lo fue en una partido en el que solo contabilizó un triple en una primera parte gobernada por el CKSA de Messina (35-40), más regular con Kaun, Micov y Pargo como grandes estiletes. Tomic y Huertas habían sostenido a los azulgrana. Pero fue volver del descanso y ver a Navarro a su mejor nivel, como alguien capaz de todo: triples, bombas, fintas, asistencias, liderazgo... La Bomba aportó 13 puntos, casi la mitad del parcial de 27-7 (62-47 a los 28m 15s) con el los locales parecían haber finiquitado el partido. "No sé qué pasaré el día que se vaya"Hubiese sido lo normal ante un rival con Khryapa perdido y Teodosic intermitente, y que había perdido hasta siete pelotas en el tercer cuarto y se había pasado más de cinco minutos con una única canasta de Pargo en su haber. Pero este Barça tiene bajones de peso repentinos y con Navarro descansando en el banquillo Hines y Micov replicaron con un parcial de 0-11 (62-58 a 8m 50s). Navarro puso la solución con una jugada en la que botó y botó hasta marear a su defensor, como si en vez de en el Palau ante miles de espectadores estuviese jugando en una pista anónima y asistió a Tomic. Huertas y Lampe -excepcional un rebote ofensivo suyo a una mano- concretaron un triunfo importantísimo para el Barça, que de haber perdido se hubiese colocado con tres derrotas en cuatro partidos antes de encarar sus dos visitas seguidas a Kiev y Belgrado. "No sé qué pasará el día que se vaya. Navarro en la máxima expresión es lo máximo", cerró Vivan Morros, lateral del Barça de balonmano, entrevistado por Esport 3.  BARÇA 79 (18+17+27+17): Marcelinho (16), Abrines (8), Papanikolaou (5), Lampe (8), Tomic (13) –quinteto inicial-; Dorsey (2), Sada (0), Navarro (20), Todorovic (0), Hezonja (0) y Nachbar (7). CSKA MOSCÚ 70 (20+20+14+16): Teodosic (10), Pargo (11), Micov (14), Khryapa (2), Kaun (10) –quinteto inicial-; Fridzon (1), Jackson (6), Weems (3), Vorontsevich (3) y Hines (10). Árbitros: Christodoulou (Grecia), Lottermoser (Alemania) y Zamojski (Polonia). Palau Blaugrana. 6.102 espectadores. Cuarta jornada de la Euroliga. 


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