Tema: Wine into Water (T. Graham Brown)
La relación de los estadounidenses con el alcohol recuerda bastante a la que vimos en una de nuestras primeras entradas con respecto al juego. De entrada, el consumo de estas bebidas y su tolerancia social y legal fluctúa notablemente según el lugar en que nos encontremos, localizando condados donde está terminantemente prohibida la venta de alcohol y Estados enteros donde no existe ni la más mínima restricción. Dado que el tema es ciertamente interesante y se presta a múltiples lecturas, en esta ocasión nos centraremos en la situación actual del consumo de alcohol en Norteamérica y dejaremos para más adelante el análisis de episodios como la Ley Seca.
La cuestión sobre la licitud del alcohol nos sumerge de lleno en un debate con muchas acepciones y que, en última instancia, da sentido a lo que entendemos por cultura norteamericana. El consumo de alcohol ha sido históricamente mal visto por los habitantes de los Estados sureños, por los círculos más conservadores de Nueva Inglaterra y por algunos de los credos protestantes más estrictos en materia moral. Por el contrario, su tolerancia aumenta en aquellos territorios donde existe una mayor permisividad en otros temas (consumo de marihuana, juego legal…) y con un menor peso de la religión. Esta distinción se mantiene sin apenas cambios a día de hoy.
Abolida desde 1934 la enmienda constitucional que prohibía el consumo de alcohol, la legislación sobre estos líquidos es competencia de los Estados o de los condados. Por ello, nos encontramos con situaciones como las de Lynchburg, en el Estado de Tennessee, donde la venta de alcohol es ilegal. Si esto les sorprende la perplejidad será generalizada cuando se enteren de que en dicho condado tiene su sede la destilería de Jack Daniel’s, la marca de whiskey más famosa de los Estados Unidos. Una vez más, las contradicciones en el seno de la sociedad norteamericana llegan a límites casi cómicos para un ciudadano europeo pero resultan perfectamente lógicas al otro lado del Atlántico.
En el extremo opuesto, el Estado de California no plantea ni la más mínima restricción a la venta y al consumo de alcohol. Por otro lado, no faltan los casos en los que se combina permisividad y prohibición, como sucede en el Estado de Georgia, donde no se permite su venta en los días festivos. En lo que sí que existe cierta unanimidad es en la prohibición de su consumo a menores de veintiún años y en restaurantes de carácter familiar. De igual manera, beber cualquier sustancia alcohólica en la calle es motivo de crítica social e incluso de delito en la mayor parte del país. Esta última postura choca con la realidad de los grandes eventos deportivos, donde el consumo de cerveza alcanza proporciones grotescas.
Como se imaginará el lector, la música popular estadounidense ha hecho miles de referencias al alcohol en sus letras. Algunos artistas han llegado incluso a realizar verdaderas ‘perfomances’ en directo motivadas por un elevado grado de embriaguez. Entre todas las canciones que hablan específicamente del consumo de sustancias alcohólicas nos quedamos sin duda con Wine into Water. Este tema, magistralmente interpretado por Anthony Graham Brown (más conocido como T. Graham Brown), habla de la situación de un alcohólico empedernido que pide ayuda a Dios para que, al igual que Jesús convirtió el agua en vino en el célebre relato de las bodas de Canaán, le permita a él transformar el vino en agua para curar su adicción. Preciosa oración que nos demuestra además que los registros del country son inabarcables.
PD: Echen un vistazo al selecto público que escucha a Graham Brown y observen la reacción de más de un invitado.
You’ve heard a multitude of prayers on my behalf Tonight, I’m as low as any man can go So many times I’ve hurt the ones I love Tonight, I’m as low as any man can go I shook my fist at heaven for all the hell that I’ve been through ‘Cause tonight, I’m as low as any man can go Could You help me turn this wine back into water? Esta noche, estoy tan abajo como cualquier hombre puede ir Tantas veces estaba herido y me has amado Esta noche, estoy tan abajo como cualquier hombre puede ir Sacudí mi puño en el cielo por todo el infierno que he cruzado Porque esta noche, estoy tan abajo como cualquier hombre puede ir ¿Podrías ayudarme a convertir este vino en agua?
I pray one more is not too much to ask
I’ve tried to fight this battle by myself
But it’s a war that I can’t win without Your help
I’m down and I can’t fall much farther
And once upon a time, You turned the water into wine
An’ now, on my knees, I’m turning to You, Father
Could You help me turn the wine back into water?
I pushed them to the edge of giving up
They’ve stood by me but how much can they stand
If I don’t put this bottle in Your hands?
I’m down and I can’t fall much farther
And once upon a time, You turned the water into wine
An’ now, on my knees, I’m turning to You, Father
Could You help me turn the wine back into water?
Now I’m begging for forgiveness and a miracle from You
I’m down and I can’t fall much farther
And once upon a time, You turned the water into wine
An’ now, on my knees, I’m turning to You, Father
Could You help me turn the wine back into water?
Yeah, yeah
Pido una más, no es mucho pedir
He tratado de librar esta batalla por mí mismo
Pero es una guerra que no puedo ganar sin Su ayuda
Estoy abajo y no puedo caer mucho más
Y érase una vez, que convirtió el agua en vino
Y ahora, en mis rodillas, me estoy volviendo a Ti, Padre
¿Podrías ayudarme a convertir el vino en agua?
Me empujé hacia hasta el extremo de renunciar
He logrado mantenerme, pero ¿cuánto puedo soportar
Si no pongo esta botella en Tus manos?
Estoy abajo y ya no puedo caer mucho más
Y érase una vez, que convirtió el agua en vino
Y ahora, en mis rodillas, me estoy volviendo a Ti, Padre
¿Podrías ayudarme a convertir el vino en agua?
Ahora estoy pidiendo perdón y un milagro tuyo
Estoy abajo y ya no puedo caer mucho más
Y érase una vez, que convirtió el agua en vino
Y ahora, en mis rodillas, me estoy volviendo a Ti, Padre
¿Podrías ayudarme a convertir el vino en agua?
Sí, sí