Título: La candidata.Autora: Elena Moya.Editorial: Suma de Letras, 2015.Páginas: 512.
Resumen oficial.
En la soledad de su despacho, la candidata a la presidencia Isabel San Martín ultima los preparativos dos días antes de las elecciones generales. Su labor como ministra de Economía y algunas de las iniciativas que ha llevado a cabo durante el desempeño de su cargo le han dado credibilidad y se postula como la favorita en las encuestas. Sobre la mesa, un volumen encuadernado en piel de las memorias de Victoria Kent, una de las mujeres que cambió el mapa político de España y una de sus principales fuentes de inspiración. Como la malagueña, Isabel quiere ganar para ayudar a la ciudadanía, a las mujeres. Sin embargo, deberá hacer frente a múltiples problemas -entre ellos una misteriosa caída de la deuda pública que puede llevar a España a un rescate económico- cuarenta y ocho horas antes del recuento de votos. ¿Realmente el país está preparado para tener una mujer al frente de su gobierno?
Isabel comprenderá que son muchos los intereses creados, que sus enemigos no se lo van a poner fácil y además tendrá que lidiar con una crisis personal: su marido, Gaby, la ha dejado después de veinte años y se lo ha dicho por teléfono en el que será un fin de semana crucial para ella y para todo el país.
¿Qué hacer cuando tu vida personal se desmorona? En situaciones de máxima tensión, ¿qué es más importante: el poder, los principios, la familia o el amor?
Después del éxito de Los olivos de Belchite y La maestra republicana, Elena Moya regresa al panorama literario con una historia arrebatadora sobre el papel de la mujer en las esferas de poder, las dificultades a las que se enfrenta, la renuncia, el sacrificio y juega a desgranar el verdadero significado de la ambición y el poder. Una obra visionaria que nos adentra en el mundo del poder y las finanzas, y que reconstruye la personalidad atrayente de Victoria Kent, una de las grandes damas de la política española, todavía incomprendida e injustamente ignorada. Una novela excepcional cuya lectura se hace necesaria hoy más que nunca.
Impresión personal.
Trabajo con políticos y para políticos, tan cerca que hasta mi despacho linda con el de un Diputado. Y cuando digo políticos, lo digo en masculino, porque salvo una excepción, siempre han sido hombres los que han dirigido el "barco". Ese es uno de los motivos, si no el más importante de que esta novela me interesara tanto ya de entrada además de que, como sabéis algun@s, estoy terminado de estudiar Políticas, con lo cual es fácil imaginar que la política me interesa y mucho, siempre lo ha ha hecho. Respeto a quienes apuntan que la política no les atrae, odian el tema o pasan de ella, pero lo cierto es que incluso esa postura de negación no deja de ser una postura "política". Ese "pasar de" no es más que una reacción negativa a lo que acontece a tu alrededor y que te afecta directa o indirectamente a ti y a tu familia. Una puede pasar del fútbol y de las carreras de motos, pero de la política, por mucho que se diga, no puede pasar nadie. Tu sueldo, los precios de los alimentos, de la luz y del agua, de la vivienda pasando por tu educación y tu salud pasa por decisiones políticas. Decisiones de esas que aparecen en el libro donde una persona puede estar vendiendo tu casa o tu barrio en Barcelona a un jeque kuwaitii a cambio de que el tal jeque solucione la caída de la deuda española en un "plis plas". Por eso, por mucho que reneguemos de ella, no hay que perderla de vista y mirarla aunque sea siempre de reojo.
La candidata es un libro excelente de ficción política y digo de ficción en un sentido amplio. Desde luego es ficción que hoy por hoy tengamos una candidata mujer a Presidenta del Gobierno aunque quizás no estemos ya tan lejos cuando contamos con Presidentas de Comunidades Autónomas, algunas de amplia relevancia y peso político, que bien pudieran optar a subir un escalón mayor. Pero en general, también me ha resultado de ficción la situación personal de la protagonista, Isabel San Martín, en vísperas de unas elecciones generales en las que opera como favorita para obtener el puesto al que aspira. Una protagonista solitaria (otra cosa es que se sintiera sola, que suele pasar) metida en su despacho sin toda esa corte de aduladores compañeros de partido que suelen hacer la pelota a sus candidatos, aunque sólo sea por rentabilizar luego sus esfuerzos tras una probable victoria electoral. No suelen darse esas circunstancias sino todo lo contrario. Personas como la protagonista suelen estar rodeadas de todo un cortejo partidario y partidista hasta el último minuto en que se pierde ... o se gana. Sin embargo, nos encontramos a una Ministra de Economía de un país totalmente sola durante más de 48 horas, encerrada en su despacho, sin realizar esas actividades habituales que todos los candidatos realizan en el día de reflexión (caminar, pasear con la familia, comer con amigos, etc.) y que dan una apariencia de normalidad y tranquilidad al electorado. Una Ministra candidata que ni siquiera, ante una crisis tan enorme como refleja la caída de los bonos españoles, se digna a dar la voz de alarma al que todavía es Presidente en funciones del país y toma una serie de decisiones en solitario de una importancia capital sin consultar absolutamente con nadie. Ambas facetas de Isabel San Martín me han descuadrado mucho la lectura porque no he podido creérmelas. Seguramente si no conociera tanto el "percal" estas cuestiones no me hubieran llamado tanto la atención, pero es que realmente esto no funciona así en la realidad.
Por otro lado, y al margen de estas situaciones, me ha encantado ese monólogo interior de la protagonista. Esas reflexiones cargadas de crítica sobre la situación de la mujer que se basan totalmente en la realidad, en el día a día de las mujeres que se dedican a la política o estamos en puestos directivos en la Administración. En ocasiones, puede ser eso que hoy en día se llama "minimachismo" cuando se comenta cómo vas vestida, cómo llevas el pelo, si estás gorda o excesivamente delgada, mientras que a tus compañeros nadie los tacha de aburridos con esos trajes de chaqueta eternos y poco variados, esas barrigas "cerveceras" que lucen ufanos o esas calvas sobresalientes que lucen en todo su esplendor. Otras veces, el machismo es más evidente cuando ves la composición de los gobiernos, incluso de aquellos que alardean de ser los más igualitarios. No deja de ser todo una gran falacia y sólo un postureo de cara a los medios de comunicación. Cómo mujer, me ha encantado la remembranza que la autora hace por boca de la protagonista de mujeres luchadoras como Victoria Kent, Clara Campoamor o Margarita Nelken. A través de ellas, la propia protagonista percibe lo escasamente que han cambiado algunas cuestiones de género en campos como la política o las finanzas.
También me ha gustado especialmente la forma tan didáctica y amena en que Elena Moya nos introduce en el asunto de la deuda española, los bonos y el papel de la banca, e incluso, de la "mafia" europea que gobierna nuestra vidas sin que seamos conscientes de ello. Europa, nos es más que la Europa de las palabras apropiadas, de los discursos fáciles y acordes con un tiempo que se presupone moderno, pero que en realidad, apenas cree en lo que escribe en directivas, libros blancos o verdes o resoluciones. Sólo hace falta mirar el tema de los refugiados sirios tan de actualidad para ver a día de hoy lo que significan las "buenas palabras" en política.
En conclusión, La candidata es un libro muy recomendable, incluso aunque seáis de esas personas que manifiestan no tener interés en la política. Elena Moya hace del tema una lectura amena, crítica y con un toque de intriga que invita a continuar leyendo. Un libro de actualidad que explicita problemas y situaciones tan reales como conocidas y que te sumerge, sin aburrir, en otra serie de cuestiones que afectan nuestro día a día sin que seamos conscientes de ello.