La cantante mexico-estadounidense Jenni Rivera pensaba comprar la aeronave en la que viajaba el pasado domingo y que se accidentó en el estado mexicano de Nuevo León, informó la secretaría de Comunicaciones y Transportes.
“La empresa propietaria de la aeronave, Starwood Management, dio a
conocer a las autoridades que el aparato utilizado por la señora Rivera
estaba siendo promocionado con el propósito de que ella lo adquiriera
por lo que, según lo dicho por los representantes de la empresa, no
estaba prestando el servicio de cabotaje”, señaló un comunicado emitido
en la tarde del martes.
La secretaría mexicana también informó que los pilotos de la
aeronave con matrícula N3445MC, Miguel Pérez y Alejandro Torres,
contaban con licencias que cumplían con la normatividad vigente.
Según indicó este lunes el ministro de Comunicaciones y Transportes
mexicano, Gerardo Ruiz Esparza, el piloto del avión tenía 78 años y el
copiloto, 20.
“El avión se desplomó de 28.000 pies de altura, prácticamente el
avión se desplomó en picada. Quizás adquirió una velocidad, según me
dicen los técnicos, superior a los 1.000 kilómetros por hora, ellos me
hablan de superior a la velocidad del sonido, pero para tener un poquito
de moderación superior a los 1.000 kilómetros por hora”, señaló en
entrevista con Radio Formula.
“El avión cayó de donde se desplomó, 12 millas delante de donde vino el desplome, eso quiere decir prácticamente que fue un desplome casi, casi en picada y el impacto pues debió de haber sido terrible“, agregó.
La secretaría mexicana aseguró que los restos de los cuerpos que se
han encontrado en el municipio de Iturbide y se presumen corresponden a
Rivera, sus cuatro colaboradores y dos pilotos fueron trasladados para
análisis a las instalaciones del Hospital Universitario de la ciudad de
Monterrey, capital de Nuevo León.
“Serán las autoridades forenses las que, en su caso, confirmarán que
las identidades de los hallados en el lugar del accidente corresponden a
los pasajeros registrados en el manifiesto elaborado al iniciar el
vuelo”, señaló.
En la investigación del siniestro, que se espera tome entre
nueve meses y un año, participan la Administración Federal de Aviación
(FAA) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de
Estados Unidos debido a que la matricula y fabricación de la aeronave
eran estadounidenses y que los pilotos operaban con licencias expedidas
en Estados Unidos.
“La FAA y la NTSB continúan llevando a cabo la investigación y
examinan los documentos y los objetos encontrados para formular
hipótesis sobre las causas del accidente”, indicó.
Familiares de Rivera, nacida en California hace 43 años, y las demás
personas que viajaban en la aeronave llegaron en las últimas horas a
Monterrey para colaborar en el proceso de reconocimiento de los restos.