Hoy os recomiendo la Cantina, el bar-restaurante del Matadero de Madrid. Ubicado en lo que era la antigua caldera, se ha convertido en un espacio rehabilitado, que con un estilo vanguardista conserva la estética industrial de principios del siglo XX.
Situado en la sala contigua a la cineteca, lugar que recomendé hace unas semanas, conforma un ambiente perfecto para tomar café y algo de picar. Destacan las empanadas argentinas, las quiches variadas, los sándwiches gourmet, y por supuesto, sus postres caseros como el tiramisú, el brownie con helado de dulce de leche y la clásica cheesecake.
Sus altos techos y su ladrillo visto combinan a la perfección con los motivos en acero que nos encontramos, entre los que destaca un antiguo horno de gran tamaño.
Además, el diseño del área divide la estancia originalmente en dos partes, entre las que se puede distinguir un graderío que da acceso a la segunda zona, compuesta por las mesas y sillas. Por último, amplios ventanales comunican con el cine y permite ver parte de la cineteca.
Pero sin duda, y dada la época del año en la que estamos, lo mejor es su impresionante patio adjunto, que se encuentra al aire libre es una opción perfecta para los calurosos días madrileños.