Autor: Sherrilyn Kenyon
Ver reseña de Belén Márquez.
La décima novela de los Cazadores Oscuros.
Los Cazadores Oscuros son leales a Artemisa. Los Were Hunters sólo son leales a su patria. ¿Se puede ser ambas cosas a la vez? ¿Qué sucede cuando dos mundos tan distintos se funden en un solo ser? Y, lo mejor de todo, ¿qué sucede cuando la mujer a la que has salvado y de la que muy posiblemente estés enamorado, te tiene alergia?
Ravyn Kontis nació en un mundo de predadores. Hace 300 años fue traicionado por quienes más amaba; perdió su familia, el honor y la vida, y se convirtió en un Cazador Oscuro. Desde entonces ha luchado para evitar que el mal subyugue a la humanidad. Ahora, para salvar la ciudad de Seattle, tiene que volver a confiar, esta vez a una mujer, el secreto que podría destruirle.
OPINIÓN de Carolina Márquez Rojas
Otra vuelta de tuerca de la Kenyon.
Y más de lo mismo: esta vez se trata de un cazador arcadio, aquel cuya forma esencial es humana pero puede convertirse en animal - un leopardo o gatito, según transcurren los acontecimientos-. Es la primera historia sobre esta clase de cazadores, antes ya Kenyon nos relató una historia sobre el enemigo y la contraposición a los arcadios: los cazadores katagarios, los que son esencialmente animales pero pueden transformarse en humanos.
Creo que los que seguimos esta saga pensamos igual, que Kenyon tiene muchos altibajos y este relato es más bajo que alto, pero tiene su encanto. No se puede escribir una saga que llega casi (si no lo ha hecho ya) a la veintena de libros y mantener un ritmo constante. El escritor se agota, lo quiera o no y las situaciones se vuelven repetitivas o aburridas. No es este el caso, pues Kenyon nunca resulta aburrida. Es el sentido del humor lo que mantiene siempre, pero algo falla en esta novela, el argumento, la repetición de la situación personal del protagonista y las mismas ansias de venganza de siempre.
Lo que sí me gusta, sin embargo, es la introducción de un cazador de la raza arcadia y los secundarios que envuelven el relato. Stryker o Nick Gautier merecen un libro de la saga, ambos personajes muy interesantes, sobre todo este último y creo que la autora lo ha hecho así y le ha dedicado uno de sus libros. Y es que ya ando perdida en un mundo tan extenso y con una imaginación desbordante.
En definitiva, este es un libro más de la saga. No tiene más finalidad que su continuación, aunque se pierda la frescura de los primeros relatos. Pero estoy convencida que Kenyon tiene un as escondido en la manga y que pronto volverá a sorprendernos...
Solo una cosa más.
Cada vez más hombres me piden una lista de novela romántica para iniciarse en el género. De todos es sabido que hasta hace pocos años este género estaba denostado e incluso despreciado,. No debe ser así, pues cada vez resulta más apreciado y empiezan a desaparecer los prejuicios relacionados con él. Por ello recomiendo esta saga a todos, hombres y mujeres. Además de pasar un buen rato siempre aprenderéis un poquito más sobre vuestras medias naranjas... sean vampiros o no.
CAROLINA MÁRQUEZ ROJAS