La caracolera de barro está elaborada siguiendo la forma de una orza con tapa a la que se le practican de forma ordenada una cantidad de agujeros distribuidos en toda su superficie. Su función es la de conservar frescos los caracoles hasta el momento de ser cocinados.
Caracolera tradicional acabado barro.
Como ya hemos comentado en otro artículo, los caracoles necesitan ser limpiados antes de ser cocinados, pues bien, este es otra de las finalidades de la caracolera, refrescar de forma periódica con agua, espolvorear los caracoles con harina y disponerles para su alimentación además con una hierba aromática es la forma correcta para limpiar y conservar y limpiar los caracoles.
Caracoleras con acabado vidriado.
La caracolera es un recipiente típico de la zona de la Rioja, Soria y Valladolid así como de algunos lugares del litoral levantino. Este tipo de recipiente fue puesto al día en 1978 por el alfarero Antonio Fajardo, quien la recuperó de su olvido siendo este recipiente el sustituto adecuado para la desaparecida cesta de mimbre usada para este fin.
Además del uso principal al que está destinada la caracolera, es sin duda un elemento decorativo al que se le puede instalar una luz interior con la que obtendremos un agradable ambiente exterior para una cálida noche de verano.
Carcolera vidriada como objeto decorativo.