La carcajada

Decía Borges que mientras los libros son para el recuerdo, los periódicos lo son para el olvido. Desde la crítica debemos reflexionar sobre las portadas que decoran los vertederos de la realidad. La portada de El Mundo del 22 de junio pasará a las bolsas de la basura por el contraste satírico entre la carcajada de Guindos y el titular de su fachada. En tiempos pesimistas la risa se convierte en noticia en las rutinas de la tristeza. En el zócalo de la portada se vislumbran los brotes nacionalistas de la Universidad del País Vasco ante la medida ocurrente de  crear la figura del "susurrante" como mecanismo distintivo para premiar a aquellos que codifiquen sus ideas con los signos del Euskera. La columna de la derecha abre los paisajes de la noticia a las declaraciones intermitentes de la señora Aguirre. La "supresión del TC", en declaraciones de la presidenta de Madrid,  pone en evidencia la sed de venganza de la derecha ante la legalización de Sortu. Una vez más, las voces de Rajoy lanzan sus sables contra el tejido institucional de la justicia, recuerdan ya lo hicieron con Bildu,  rompiendo los hilos finos de la tolerancia. En los balcones de la portada encontramos en el lado de la izquierda el recorte de Ronaldo como si fuera un ramo de flores en las fiestas de Sevilla. En la misma barandilla cuelgan los poemas y las películas para olvidar las penas de 62.000 millones de euros que "bastarán" a la banca para salvarla de su "desastre". Vaya es hora de sacar la basura.