Revista Ópera
La Carmen de Christa Ludwig y algunas irreflexiones de Maac.
Publicado el 09 junio 2010 por Maac @ElblogdemaacQue la Carmen de España no es la de Mérimée ya nos lo dejó claro Carmen Sevilla -"cristiana y decente"- así que no nos debería extrañar tropezar con una Carmen alejada del espíritu folclórico hispánico asociado, al menos por afinidad cultural, a algundas de las más grandes Cármenes de la historia de la ópera. Es el caso de Conchita Supervía, Teresa Berganza y Victoria de los Ángeles.
Claro que también es verdad que la leyenda de Carmen, muy alejada de lo que nos cuenta la rancia copla de la folclórica, tiene su origen en unos hechos reales que conmocionaron la Sevilla de principios del XIX, protagonizados por una cigarrera de Triana, un soldado y un picador famoso y que terminarían con la ejecución del soldado tras el asesinato por despecho de su amante, una mujer a la que no le ligaba ningún tipo de contrato matrimonial y que, trabajadora de la Fábrica de Tabacos, era económicamente independiente. Esta es la visión de una Carmen moderna, muy avanzada para su época, que casa mal con la imagen que tenemos de la cultura gitana, machista como pocas, y también con la España del del XIX, no menos machista. Es la que los progres, Saura sin ir más lejos, nos quieren vender, y me parece muy loable pero hay que reconocer que esta imagen puede que esté muy alejada de la visión que del personaje se tenía a finales del siglo XIX -en Francia se reconoció el derecho al voto de las mujeres en 1944-. Por otro lado, ir en pleno siglo XXI de adalid de la defensa de los derechos de la mujer occidental me parece anacrónico, esto ya debería estar superado; alguien me dirá que todavía queda camino por recorrer y tendrá razón, no hay más que leer la sección de sucesos de los periódicos, pero no es este el momento de elucubraciones teóricas -el público de ópera lo tiene más que asimilado-, no se trata de convencer a nadie sino de pasar a la acción y hacer realidad lo que la sociedad viene demandando desde hace décadas. Soy más partidario de una interpretación de Carmen como mujer fatal, como un ser diabólico o un Don Juan, otro mito español, en femenino, Teresa Berganza se escandalizaba de esta visión del personaje, la suya es una mujer idealizada, buena, moderna, reivindicativa, libre, una víctima antes que un verdugo, ya he explicado antes que esta visión no la encuentro acorde con un personaje del XIX, pero en el caso de Berganza lo importante no es su idea que tiene del personaje (una mujer algo cromañón) sino cómo lo canta. Me gusta más cómo veía el personaje Regine Crespin, una mujer suicida, fatalista y supersticiosa que se lanza al vacío asumiendo su destino.
Esta leyenda que recogió Merimée en 1845, quince años después de conocerla por boca de la Condesa de Montijo, que era amiga suya además de madre de la famosa Eugenia, fue musicada, como los lectores de este blog conocen de sobra, a partir del libreto de Meilhac y Halévy, por Bizet y estrenada en la sala Favart (Opéra Comique) de París en 1875.
¿Que tiene entonces de malo que una alemana se atreva con el personaje? Nada. Hasta la folclórica lo dijo en su copla: "Me han cantado en el teatro lo mismo que a la Traviata, mas le aviso a más de cuatro que voy a meter la pata. Pues me tiene hasta los pelos que ande suelta por ahí una Carmen de camelo que en na se parece a mí. De los pinreles a la peineta yo le zurraba la pandereta." Dentro de poco lo cantará en Valencia una letona, Elina Garanca, la que puede considerarse por el momento, junto a Anna Caterina Antonacci, la gran Carmen del siglo XXI. Pero es que además ha habido con anterioridad muchas otras Cármenes no hispanas, -para parar un tren- lamentablemente el hecho de que no la cantaran en su idioma original hace que a algunas de ellas, hoy, las recuerden muy pocos. Que Bizet intente imitar el folclore español no significa que a los intérpretes se les deba exigir el conocimiento del mismo, al fin y al cabo Carmen no deja de ser un acercamiento anecdótico a la música española, se trata de una ópera que tiene más características francesas que españolas, es una opera cómica francesa que se desarrolla en un país que es, para un francés del XIX, exótico.
Escuchamos a Christa Ludwig en "L'amour est un oisseau rebelle" en alemán:
Vamos a escuchar ahora a Ludwig cantando en francés en Viena el año 1976.
Primero "Près de remparts de Seville":
Y después el Aria de las cartas: "Voyons, que je essaie à mon tour... En vain, pour éviter les réponses amères":
Datos de la grabación:
Carmen - Opera de Viena -15 de mayo de 1976
Carmen: Christa Ludwig
Don José: James King
Escamillo: Kastas Paskalis
Micaela: Jeanette Pilou
Frasquita: Sona Ghazarian
Mercedes: Gertrude Jahn
Director: Ernst Märzendorfer
Y los enlaces de descarga:
Parte 1
Parte 2