Ya os lo comentamos en la crónica de los Campeonatos del Mundo de Val di Sole: nunca habíamos visto tantas caídas y tan duras como las del pasado domingo en el exigente circuito italiano diseñado por Pippo Marani.
Su trazado técnico, unido a las condiciones de la pista (tierra suelta y mucho polvo), convirtieron la bajada en una auténtica carnicería de la que pocos se libraron. Un dia de duro trabajo para la dirección de carrera y los servicios médicos, que tuvieron que parar la prueba en más de una ocasión para atender a los bikers accidentados.