Recordando una antigua tradición, el 25 de diciembre, Día de Navidad, convocados los once mozos que representan la Obisparra de Los Carochos por el alcalde del pueblo en el lugar que llamamos «La Mayada» donde se encuentra una «poza» o laguna artificial, junto a una fuente, a la que antaño, cuando no había agua corriente en el pueblo, acudían las parturientas a lavar la ropa por ser el agua más caliente que la del helador Río Frío que atraviesa por el centro del pueblo.

También se usaba este agua para amasar la harina con la que se hacía el pan que según la tradición, con el agua de esta poza se «avenía» antes la masa, acortando el tiempo del amasado.
Según la costumbre, este día los mozos limpiaban la poza para estos usos y para regar en verano las huertas que había colindantes.
Al finalizar la tarea y después de la «convidada» del alcalde, que consistía en un cántaro de vino (16 litros) se arreglaba o se confeccionaba una nueva Carocha para el Diablo Grande y se cortaban las parras que crecen por allí de manera salvaje, que también utilizan el Ciego y Molacillo el día primero de enero.
Pasamos describir la artesanal manera de construir la Carocha:

La parte frontal, llamada «corcha» , es una placa de corcho de «zufrero» o alcornoque recortado en forma cuadrada, redondeándolo por la parte de abajo. A lo largo del perímetro se clava con tachuelas, la zamarra de un cordero o cancina, cordera de alrededor de un año, negro y «ribranco», rabo blanco. La parte de arriba de la máscara se remata con dos pequeños cuernos de corcho pintados de negro y rojo en la punta. Se le agujerean los ojos en redondo y boca en rectángulo redondeado por las esquinas, en la cual se le incrustan los dientes de «jualata» u hojalata pintados de blanco.
A ambos lados de la boca se le colocan los dos «caneros de berrón», grandes colmillos del cerdo macho, también pintados de blanco. Una vez terminada de confeccionar la máscara se le pinta el frontal de negro, derritiendo sobre el corcho una «pella de pez», sustancia derivada de la brea, que utilizaban por allí los zapateros, sobre cuya superficie se pega la nariz de hojalata de forma triangular pintada de rojo, se le señalan los labios, el contorno de los ojos y pómulos con pintura roja.

A los bordes de la máscara se le sujetan largas «serdas» o pelos de la cola de una yegua a manera de barbas, siendo más largas por la parte de abajo, en forma de perilla de «beche» o macho cabrío. Por la parte de dentro, como función sujetar la máscara con los dientes para que no se le caiga, lleva una tira de cuero clavada llamada «restral».
Y en la parte de arriba no olvidemos ponerle la mecha que se prenderá para que haga el humo en la Salida que encabezan Los Diablos el primero de enero. Así queda su apariencia, que asemeja a la figura del diablo.
Extraído de Página · Comunidad Facebook Riofrio de Aliste
Mi agradecimiento a la pagina ( Facebook) de Riofrio de Aliste, por permitirme poder plasmar algunos de sus artículos en este blog sobre Zamora, mi mas sincero agradecimiento.
