Revista Cultura y Ocio

La Cartima romana

Por Legionixhispana

Cártama, Málaga

Siempre dominando el valle del Guadalhorce, controlando las rutas comerciales costeras y hacia el interior, hizo que, en época romana, el viejo asentamiento íbero gozara de un inmejorable desarrollo. La privilegiada ubicación estratégica, unido a la excelente fertilidad de sus tierras, motivará la llegada de los miembros de las familias más influyentes de la Baetica, lo que se traducirá en el periodo de mayor esplendor de la historia antigua cartamitana. La ciudad malacitana de Cartima, como no podía ser de otra forma, acabará convirtiéndose en municipio Flavio en el siglo I d.C.

Cartima fue una ciudad hispanorromana de tamaño medio, adscrita jurídicamente al conventus Gaditanus. Aunque pueda parecer increíble (no la busquéis), este núcleo urbano no aparece citado en ninguna de las fuentes escritas que han llegado hasta nuestros días, por lo que se desconoce si gozó de condición libre en sus comienzos o cuál fue su verdadero territorio dependiente. Como veremos, gracias a las diversas epigrafías halladas hasta la fecha, sí se puede deducir que a lo largo de su evolución fuera dotada de completa autonomía legislativa y financiera, independiente a la cercana Malaca. También se sabe que la tribu por la que se inscribieron sus ciudadanos fue la Quirina.

La Cartima romana

Oso con carnero. Cártama. Arenisca, siglos II-I a.C. Museo Arqueológico de Málaga.

Hablar de su poblamiento en el periodo romano es hablar de la urbe de Cartima en sí misma, es decir, aquella que, recordemos, acabó asentándose a las faldas del Cerro de la Virgen como actualmente se le conoce. Pero hablar de la población cartamitana también es mencionar su extenso ager dependiente (más de lo que podemos llegar a imaginar) y las innumerables villas dedicadas a la explotación agrícola que se establecieron en ambas orillas de la vía fluvial desde los primeros momentos de la romanización, tal y como hicieran los asentamientos del Bronce Final tras la llegada de la cultura fenicia en el Cerro del Villar (desembocadura del río Guadalhorce, pulsa aquí para conocer esta historia)

El oppidum íbero, localizado en la parte más alta del cerro donde actualmente se asienta el pueblo de Cártama, no volverá a ocuparse con la llegada de los romanos. En su lugar, será la antigua muralla bárquida la que sirva a sus pobladores para distribuir y organizar los futuros edificios que en la ciudad se irán construyendo.

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Restos de la muralla púnica en Plaza de la Constitución y definición del aterrazamiento. Cártama, Málaga.

Tal vez fuera por el valor simbólico de la misma o, simplemente, por su excelente fábrica y cimientos, el caso es que la antigua muralla púnica quedará amortizada sirviendo como elemento separador de las terrazas en las que se van disponiendo las diferentes construcciones romanas. La ocupación en esta zona se documenta a comienzo del siglo II a.C. y el foro de la ciudad será uno de los primeros edificios públicos que se construya.

ESCULTURA MASCULINA CON MANTO

Escultura masculina con manto. Mármol. Primera mitad del siglo II d.C. Cártama. Museo Arqueológico de Málaga

Si queremos buscar alguna analogía en la provincia Baetica con respecto al espacio forense de Cartima en particular, y de su distribución urbanística en general, tal vez sea Singilia Barba la más indicada. Construida también sobre pendiente, en las faldas del cerro donde se estableció su antiguo oppidum íbero (Cerro del Castillo. Antequera, Málaga), los distintos edificios públicos y privados de esta otra ciudad hispanorromana se erigirán sobre terrenos dispuestos a modo de terrazas.

Entre los siglos II-I a.C. las construcciones y pavimentos cartamitanos no son tan monumentales como pudiéramos pensar; habrá que esperar al periodo augusteo para verla florecer. Será, pues, en época del emperador Augusto cuando se acometan reformas de gran calado en la ciudad. Una de ellas, la más importante, es en el espacio forense que, manteniendo su estructura anterior, cambiará de orientación, empleándose materiales constructivos de mayor calidad para su inminente monumentalización.

De este último periodo mencionado también corresponde el edificio absidial, cuyos restos podemos contemplar actualmente en la Plaza de la Constitución. Esta construcción pudo medir unos treinta metros de longitud y contó con una entrada por su muro lateral, justo por delante donde se ubica la cabecera semicircular. A ésta se accedía mediante una escalera revestida en mármol, al igual que, como parece, presentaban los restos pavimentales de un edificio que fue interpretado como posible templo.

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Cabecera semicircular del edificio absidial con peldaños y pavimento marmoreo rosa. Plaza de la Constitución. Cártama, Málaga.

En el año 1749 fue excavado en la plaza del Pilar Alto un edificio de planta rectangular con dos gradas de acceso y dos cellae a los lados que ha sido interpretado como un probable templo. En su interior se hallaron columnas de tipo corintio, fustes, capiteles y pedestales. Fue precisamente en estas excavaciones donde se hallaron el conjunto de ‘matronas sedentes’ de tamaño monumental que en la actualidad podemos contemplar en el Museo Arqueológico de Málaga. Estas tres grandes estatuas fueron realizadas en mármol blanco, extraído de las cercanas canteras de Mijas, y elaboradas en algún taller local de la zona. La datación de las mismas sería posterior al año 129 d.C.

La Cartima romana

Matronas sedentes. Entre las piezas recuperadas por los Loring destaca un conjunto procedente de las pioneras excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por el Coronel Luján en el centro de Cártama a mediados del siglo XVIII. Algunos de estos objetos, tras sufrir diversos avatares, habían ido a parar al cementerio de Málaga, de donde serían recuperados finalmente por los marqueses para incrementar su colección. El grupo de las “matronas sedentes” o triada de diosas, dos de ellas, Ceres y Juno. Mármol de Mijas, Siglo II. Cártama. Museo Arqueológico de Málaga. Un torso, depósito del MAN.

Existen varias interpretaciones acerca de estas tres figuras femeninas. Una de ellas, la posible triada de divinidades imperiales compuesta por Ceres (Deméter en la mitología griega) y flanqueada por dos emperatrices divinizadas. Otra posibilidad pudiera ser un conjunto de divinidades femeninas integradas por Ceres y Juno y acompañadas por una tercera imagen, tal vez algún personaje local.

CRUZ DE HUMILLADERO

Cruz de Humilladero. Columna procedente de las excavaciones del año 1752. “Esta (columna), hallada no lejos de la iglesia, entre las soterradas ruinas del templo consagrado en el Municipio Cartamitano a las divinidades (paganas), fue traída y colocada en este lugar por los mismos habitantes de Cártama, rematándola con la cruz en el año 1752 del nacimiento de Cristo, siendo Papa Benedicto XIV y Rey Fernando VI”

Presidiendo su templo en la plaza pública de la ciudad, la diosa Ceres quedaría, entonces, muy vinculada a Cartima por esa gran dependencia a la riqueza agraria, base fundamental de su economía y fruto de la explotación de las tierras y actividades comerciales desarrolladas.

Transcurrido el periodo augusteo, se llevará a cabo la gran monumentalización forense, unas reformas siempre continuadas que perdurarán hasta mediados (periodo al que corresponden las ‘matronas sedentes’) o finales del siglo II d.C. Gracias a la epigrafía de una activa evergeta local, Iunia Rustica, conocemos que ésta promovió la restauración de las fachadas y la recuperación de las columnas que rodearon el pórtico público de la plaza. Además, hizo colocar en el foro una estatua del dios Marte elaborada en bronce.

De la mano de esta epigrafía que ha llegado hasta nosotros, podemos conocer un poco mejor algunos de los aspectos urbanísticos de la Cartima romana y de aquellos otros elementos que financió la clase influyente de la ciudad para lograr sus propósitos políticos. Así, por ejemplo, la propia Iunia Rustica cedió terrenos y donó dinero para la ampliación de los espacios termales existentes, sufragando la construcción de los pórticos junto al balneario donde se practicarían ejercicios gimnásticos. También se hizo cargo de la construcción de una piscina para el descanso y la higiene. Además de todo ello, costeó la imagen de un cupido que sirvió para decorar el interior de una de las salas termales.

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Mosaico del Nacimiento de Venus. En la actual Cártama se ubicó una de las más importantes ciudades romanas de la provincia: Cartima. A mediados de los años 50 del siglo XX, un vecino del municipio descubrió, haciendo obras en su domicilio, este singular mosaico, que quizá fue el suelo de un antiguo edificio termal de finales del siglo II. En el centro presenta una bella escena con la diosa Venus navegando en una concha. Museo Arqueológico de Málaga.

La dedicación a otras divinidades por parte de la élite local hace suponer la existencia de uno o varios templos erigidos en el municipio. Así, L. Porcius Victor consagra la estatua de Mars Augustus y dos a Venus Augusta, una de estas últimas conjuntamente con su esposa Scribonia Marciana. A parte, Vestinus Rusticus ofrece una estatua al emperador Claudio.

TRABAJOS DE HERCULES

Mosaico Los Trabajos de Hércules en la Finca de la Concepción de Málaga. El original forma parte del panteón familiar de la familia Echevarría-Echevarrieta en Bilbao.

Por último, los hallazgos de mosaicos en las proximidades del foro (el Nacimiento de Venus y Los Trabajos de Hércules) han servido para confirmar el espacio residencial o domus de los habitantes de la antigua Cartima.

Como indicábamos al inicio del presente artículo, el municipium Cartamitano, aparte de urbe, actuará también como centro rector de un poblamiento organizado en numerosas villae que se ubicarán jalonando ambas orillas del río Guadalhorce.

Desde fechas tempranas en la romanización, el campo dependiente de Cartima jugará un papel fundamental en la ciudad, vinculándose directamente con ésta. El papel destacado que tuvo su producción agraria (vid, cereal y aceite) quedará de manifiesto con la estatua de la diosa Ceres y su consiguiente culto que en el foro de la ciudad hispanorromana.

Pedestal con epígrafe. En origen estuvo ubicado en el foro de la ciudad romana de Cartima. En él se puede leer cómo una rica aristócrata del municipio, la sacerdotisa perpetua Iunia Rustica, pagó la reconstrucción de los antiguos pórticos públicos, cedió terreno de su propiedad para la creación de unas termas, que decoró con una estatua de Cupido y pagó varias estatuas, una dedicada a Marte y tres más a miembros de su propia familia. Pagó impuestos de la ciudad de Roma, celebrando el acontecimiento con banquetes y espectáculos públicos. Museo Arqueológico de Málaga.

Personajes notables, poseedores de grandes riquezas, pudieron estar directamente relacionados con las producciones y la comercialización del aceite en estas tierras. Por ejemplo, la ya mencionada Iunia Rustica, que llegará a ostentar el cargo de sacerdotisa perpetua, pudo ser la hija de un mercator olearii llamado Decimus Iunius R., un miembro de la élite bética relacionado con el comercio del aceite a escala imperial. Esta cartamitana se casará con C. Fabius Fabianus, un personaje de Acinipo y miembro de una de las familias más poderosas del sur hispano (los Fabii junto a los Valerii), algunos de los cuales se habrían enriquecido como navicularii (potentados de la sociedad romana encargada del transporte de mercancías, vía marítima, hasta la ciudad imperial) al servicio de la annona (órgano del imperio para el reparto y comercio del trigo, al igual que su transporte.) La riqueza de los campos cartamitanos unido a la proximidad con Malaca, uno de los distritos establecidos para el control del aceite romano, serían causas más que justificadas para entender el establecimiento de miembros de la gens Iunii y Fabii en Cartima.

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Pedestal. Lucio Porcio Víctor, cartimitano de la tribu Quirina, en su nombre y en el de su esposa Esbribonia Marciana, mandó en su testamento poner esta estatua a Venus Augusta. El heredero no dedujo la vigésima parte de esta donación, tras haber dado un convite sagrado a sus expensas. Siglo II d.C. Museo Arqueológico de Málaga.

Como señalábamos, todos estos personajes tendrán un gran peso en la política de la ciudad y serán los grandes responsables de su monumentalidad. Por ejemplo, se constata otra de las familias más relevantes del municipio: la gens Porcia. Así tenemos que L. Porcius Victor, que tiene dedicaciones a Venus y a Marte Augusto. O también L. Porcius Saturnino, quien ocuparía el cargo del Pontifex.

También miembros de la familia Decima, individuos que ostentarán cargos importantes en un momento dado de la vida de la Cartima romana. Este es el caso de M. Decimio Proculo, quien ejerció de Pontifex perpetuo y a quien la ciudad le erigió una estatua. Vibia Rustica, hija de L. Vibio Rustico, otro personaje relacionado con el culto imperial y que financió la estatua del emperador Claudio y otra a Venus Augusto.

El desarrollo e influencia de estas familias en la ciudad abarcaría desde la época del emperador Tiberio hasta los Antoninos, siendo la actividad evergeta más activa durante el siglo II d.C., momento de mayor esplendor en la ciudad.

¿Cuál serían las rutas establecidas por estos possesors a la hora de comerciar con los productos extraídos  de los ricos y extensos campos cartamitanos? Sencillamente, las mismas abiertas por el pueblo fenicio siglos atrás. Cruzando el río Guadalhorce, entre la costa y el interior, una vía partía al sur desde Cartima hasta llegar a Malaca, siendo su puerto el motor exportador y redistribuidor de buena parte de la producción de la zona. A partir de Malaca, la mercancía navegaría hasta Roma y otra parte partiría hacia el interior, a Corduba, por la vía que pasaba por Anticaria.

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Necrópolis asociada a una villae correspondiente a los siglos IV – V d.C. Excavaciones practicadas en el aeropuerto de Málaga.

Una segunda vía partía de Cartima directamente hacia el interior, comunicando con Iluro (Álora, Málaga) tras abandonar la proximidad del río y pasando por las cercanías de Nescania (Valle de Abdalajís, Málaga) hasta llegar a Singilia Barba. Además, Cartima se convertiría en cruce natural del interior hacia el municipium Suelitanum, siguiendo una vía que iría a la actual localidad de Alhaurín el Grande, bordeara la Sierra de Mijas hasta alcanzar la ciudad de Suel (Fuengirola, Málaga).

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Conjunto hidráulico compuesto por una piscina o alberca, utilizada para el almacenamiento de agua de cara a los periodos secos, y canal aliviadero utilizado para la evacuación y distribución del agua almacenada para los cultivos o huerto. En un primer momento funcionarían de forma simultánea, quedando cegada más tarde en el curso de alguna remodelación. Asociada a una villae correspondiente a los siglos IV – V d.C. Excavaciones practicadas en el aeropuerto de Málaga.

Por otro lado, la línea costera se encontraría significativamente más avanzada con respecto a la actualidad. El río Guadalhorce, que desembocaba en la costa mediterránea, era navegable hasta la antigua ciudad. Estos dos aspectos harían que la ciudad de Cartima y su extenso ager dependiente quedaran vinculados a la costa, por lo que en esta zona también se levantarán villae dedicadas a las producciones pesqueras.

En definitiva, Cartima quedará conectada con dos municipios costeros, Malaca de gran trascendencia y Suel, mientras que hacia el interior lo haría con Anticaria y, siguiendo su calzada, con Corduba.

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Alfar romano en fábrica de salazones. Situada en un punto cercano de la costa al antiguo asentamiento fecnicio de Cerro del Villar. Ruinas romanas de Cizaña Baja. Torremolinos, Málaga.

Después de revisar múltiples mapas de la Baetica romana, sigue sin aparecer rastro de cualquier otra ciudad que sirviera de enlace entre Cartima y sus dos ciudades más cercanas: Malaca en su lado oriental y Suel en el occidental. Un extenso territorio que, dibujando un triángulo perfecto desde el interior hacia la costa, agruparía conjuntos de villas dedicadas a la explotación agropecuaria, tal y como ha quedado patente en los distintos restos arqueológicos encontrados. Hablamos de un amplísimo territorio cubierto de cultivos de cereal y olivos.

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Urania. Esta pieza apareció en el fondo de una alberca en una finca de Churriana junto a dos cabezas de Musas por lo que, probablemente, debió de formar parte de un programa ornamental integrado por las nueve Musas y Apolo en una villa romana no identificada aún. S. I-II d.C. Museo Arqueológico Nacional de España

Muy probablemente, tal y como sucediera con otras ciudades de Hispania, la gran vía fluvial del Guadalhorce hiciera las veces de frontera natural, en este caso de Cartima con respecto a Malaca. Desde los orígenes de la civilización malacitana, las orillas del río sirvieron como lugar de asentamiento para innumerables comunidades. Pues bien, no muy lejos del antiguo asentamiento fenicio de Cerro del Villar, y siempre en su orilla occidental, se encuentra el periférico Barrio de Churriana. A lo largo de los años, en esta localidad se han constatado hallazgos de gran relevancia relacionadas con residencias rústicas dedicadas a la agricultura, muchas de ellas con evidentes signos de riqueza y prestigio. ¿Podrían ser, por tanto, que la actual Churriana formara parte del territorio dependiente de, en este caso, Cartima? Habrá que esperar al periodo musulmán para que Churriana aparezca reflejada con el nombre de Sinyana.

¿Cuál sería el final de un municipio romano tan floreciente?

Los estudios realizados recientemente sobre los restos del edificio absidial en Plaza de la Constitución nos revelan que su cubierta acabaría desplomándose entre mediados o finales del siglo II d.C., fechas muy próximas a las últimas reformas monumentales del foro con la instalación de las ‘matronas sedentes’. Este hecho provocaría su total abandono y, presumiblemente, también de la plaza pública. Las fechas propuestas para el desplome de la cubierta coinciden, curiosamente, con las incursiones maurii que asolaron la provincia de la Baetica en la recta final del siglo II d.C. (pulsa aquí para conocerlo)

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Edificio absidial correspondiente al foro de la ciudad de Cartima. Plaza de la Constitución. Cártama, Málaga.

La ciudad continuaría habitada durante la primera mitad del siglo III d.C., aunque sus edificios públicos dejarán de cumplir las funciones administrativas para las que fueron concebidos. En el caso del edificio absidial, sus restos se reutilizarán para uso doméstico.

Sí, en cambio, se mantendrán las explotaciones en muchas de las villae que jalonaron el Guadalhorce, aprovechando la vía que conectaba con Malaca y el interior. En realidad, este será el verdadero motor reactivador de la economía entre los siglos IV y V d.C.

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Inscripción de Valeria Situllina, sacerdotisa perpetua de Cartima. Mármol, Siglo II. En la esquina inferior derecha, cabeza de las dos Musas encontradas en Churriana. Museo Arqueológico de Málaga.

A mediados del siglo VI, ya en la etapa visigoda, se llevarán a cabo importantes remodelaciones en la ciudad aprovechando las antiguas estructuras y sillares del periodo anterior. Pero con el final de la Antigüedad, asistiremos también al final de los espacios urbanizados. Con la llegada de los musulmanes se volverá a ocupar la parte más alta del cerro, el asentamiento del oppidum prerromano, lugar donde se levantaría su castillo y sus murallas. Este será el nuevo centro del poder político, económico y militar de la ciudad y uno de los principales baluartes en la defensa de la Málaga musulmana. A partir de la Edad Media, la antigua ciudad hispanorromana de Cartima pasará a denominarse Qartama.

Bibliografía:

  • Historia de la provincia de Málaga. De la Roma republicana a la antigüedad tardía (Pilar Corrales Aguilar y Bartolomé Mora Serrano)
  • Una primera aproximación a la dimensión urbana de la Cártama prerromana (Francisco García Melero)
  • El estudio de la Cartima Romana (Cártama, Málaga) a través de los nuevos hallazgos (Francisco García Melero)
  • El poblamiento romano de Cártama (Pilar Corrales Aguilar)
  • Los municipios Flavios (Eva María Morales Rodríguez)
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