
Que un libro relacionado con la Segunda Guerra Mundial me atrae como un imán es de sobra conocido por todos los que habitualmente pasáis por aquí y poco suele importarme que se centre más en un aspecto que en otro e incluso, como es este caso, se desarrolle años después de la contienda. Precisamente fue su óptica, tan dispar a las que habitualmente conocemos en literatura, la que me atrajo poderosamente. Hoy os hablo de La casa alemana.
Mi opinión
En 1963 Eva Bruhns es una joven cuya vida gira en torno a su novio, su trabajo como intérprete y su familia, que regenta un restaurante tradicional llamado La casa alemana, pero su vida dará un giro de 180 grados cuando en su ciudad, Frankfurt, se celebre el primer juicio de Auschwitz y sus servicios como intérprete sean requeridos por la fiscalía. Ni su familia ni su novio están de acuerdo con que acepte el trabajo, pero a pesar de la oposición de todos Eva seguirá adelante y descubrirá, con horror, una parte de la historia de su país sobre la que todos a su alrededor callan.
No cabe duda de que tras la Segunda Guerra Mundial muchos no querían otra cosa que olvidar y la única forma que encontraron fue callando, silenciando lo que todos habían sabido y muchos habían preferido no ver, pero el pasado siempre está presente, por mucho que se eche tierra sobre él termina aflorando y los silencios se convierten en voces que gritan la verdad. Esto es lo que le ocurre a nuestra protagonista, Eva, que conforme asiste al juicio va tomando conciencia de todo lo sucedido, de ese pasado que no solo el país, sino las personas de a pie se han empeñado en enterrar porque todos tenían algo que ocultar.
A través de la búsqueda personal de Eva y sus reflexiones, Annette Hess pone de relieve cómo no solo los conocidísimos monstruos perpetradores del Holocausto fueron responsables de lo sucedido, sino que fueron muchas las personas normales las que lo hicieron posible, aunque solo fuera por omisión, mirando hacia otro lado porque realmente ¿había alguien que no supiera lo que estaba sucediendo? Y es que la pasividad es otro de los grandes temas que destacan en esta novela.
Pero es sin duda el sentimiento de culpabilidad el eje en torno al cual gira La casa alemana. Eva, la protagonista, era solo una niña durante la contienda, pero en cierto modo se siente culpable y aflora en ella una necesidad imperiosa de saber más, de conocer qué ocurrió, de obligar a su entorno más cercano a recordar lo que quieren olvidar, porque no puede evitar sentirse partícipe del horror que perpetraron sus ascendientes a los que ya no puede mirar del mismo modo.
Es quizá ese sentimiento de culpabilidad de los descendientes el que ha marcado el tono en ocasiones frío y distante que impera en la narración de La casa alemana, aunque conforme se avanza en la lectura, y se empiezan a desgranar los testimonios de los supervivientes de Auschwitz, gira hacia una emoción contenida que algunos momentos concretos desborda las páginas mientras la historia del horror y de la vida personal de Eva, ya transformada para siempre al conocer la verdad, se desliza con un ritmo pausado
En definitiva, La casa alemana nos habla de un país que no quería mirar al pasado y de una sociedad que tuvo que enfrentarse a unos hechos que muchos quisieron mantener ocultos. Una novela sobre cómo el sentimiento de culpabilidad puede alcanzar y marcar la vida de generaciones posteriores.