Para muchos, la mejor casa del mundo, la Casa de la Cascada, o Fallingwater, del famoso arquitecto Frank Lloyd Wright, cumple 75 años en 2011.
La famosa casa, diseñada en 1936 para la familia Kaufmann, dueños de unos grandes almacenes en Pittsburgh, Pennsylvania, USA, como casa de fin de semana, fue construida sobre una cascada, ya que era el lugar preferido de los dueños durante los fines de semana. La intención del arquitecto era que el sonido de la cascada se percibiese desde cualquier punto de la casa. Fue diseñada para quien le gustara oír la música de la cascada.
Hoy día esta casa es un monumento nacional, declarado como la mejor obra de arquitectura norteamericana de todos los tiempos, uno de los lugares de obligada visita para los amantes de la arquitectura.
Cuando el hijo de los Kauffman heredó la casa, la vendió a la Fundación Lloyd Wright, ya que no podía afrontar los elevados costes de mantenimiento. Desde 1964, la casa se abrió al público, y ha recibido ya casi 4 millones de visitas. Tanto la arquitectura, como el mobiliario y la tapicería, diseñados también por el arquitecto, permanecen intactos.
Como arquitecto orgánico que era Wright, Fallingwater es un ejemplo claro de arquitectura orgánica: una unión total entre arte y naturaleza. Integrada totalmente en la naturaleza circundante, con materiales autóctonos y en armonía con el ser humano. La casa da la impresión de estar levitando sobre el agua. Consta de varios volúmenes horizontales, que se van escalonando de forma dinámica y son sostenidos por un volumen vertical formado por la chimenea. Impresionante todavía hoy día.
La construcción se completó en 1939, con una casa para huéspedes, ya que la habitación de huéspedes que la casa disponía no era suficiente. Mediante unas escalinatas, conectó el nuevo volumen situado más arriba.
El famoso actor Brad Pitt, aficionado a la arquitectura, comentó: “Yo tenía un sentido visual de La Casa de La cascada, pero experimentarla en persona, escuchar el sonido de la cascada discurriendo bajo la casa y el aroma de la madera en la chimenea, fue mejor que nada que yo hubiera podido imaginar…“.
El 17 de septiembre la Fundación Lloyd Wright, celebró una gala por su cumpleaños.