Revista España

La Casa de la Villa

Por Manugme81 @SecretosdeMadri

Su presencia, entre autoritaria e imponente, da un fabuloso brío a la Plaza de la Villa. Hablo de uno de los edificios más importantes de Madrid, al menos así lo dice su currículum. La Casa de la Villa fue sede del ayuntamiento de la ciudad durante siglos y en sus salones y estancias se abordó y decidió el día a día de Madrid hasta 2007, cuando la institución se trasladó a la Plaza de la Villa. En la actualidad, se usa para recepciones oficiales y actos institucionales pero nunca podrá dejar atrás su crucial papel para el devenir de la capital.

Siempre he confesado que uno de mis primeros flechazos con Madrid se produjo cuando puse mis pies en la Plaza de la Villa. Su armonía, su recogimiento, sus bellos edificios, ¿Pero qué historia perseguía a todo este recinto? Pronto descubrí que el refinado edificio barroco que más brillaba de los tres era la Casa de la Villa, o lo que es lo mismo, la sede del Ayuntamiento de Madrid desde mediados del Siglo XVII hasta 2007. Pero su historia se remonta incluso a antes de aquello.

En el terreno que se levanta estuvo con anterioridad el Palacio de Juan Acuña, en aquella época los regidores de Madrid, a falta de una sede propia, se reunían en la próxima Iglesia de San Salvador para discutir todos los asuntos relativos con la organización de la floreciente Madrid. Pero el templo fue derribado en el 1599 (por cierto una placa en la Calle Mayor nos recuerda el lugar en donde se ubicó el templo) así que llegó el momento de construir una sede propia para el Ayuntamiento.

No se rompieron mucho la cabeza con la búsqueda ya que apenas se desplazaron unos cuantos pasos. El encargado de llevar a cabo los trabajos fue el arquitecto Juan Gómez de Mora aunque no los pudo ver terminados, ya que las obras se prolongaron durante casi 50 años. Inaugurada de forma oficial en 1692, esta Casa de la Villa se convirtió al instante en una de las construcciones más importantes de la ciudad, por sus aspecto exterior y por lo que sucedía entre sus salas. Ya entonces, esta Casa de la Villa mostraba los dos accesos que podemos ver en la actualidad, ¿La razón? Aunaba en un mismo edificio las funciones de casa consistorial y de cárcel. Políticos entraban por una puerta y criminales / condenados por la otra. Curioso, ¿Verdad?

No obstante, el aspecto de esta bonita Casa de la Villa ha sufrido reformas durante la historia, por ejemplo, en la fachada que da a la Calle Mayor vemos una balconada cuyo artífice fue otro ilustre arquitecto, Juan De Villanueva. Se dice que se mandó construir en 1787 para que desde ella la reina pudiese observar el paso de una procesión. Pero aquí no han parado sus remodelaciones. ¿La última? El bello pasadizo elevado que comunica esta Casa de la Villa con la vecina Casa de Cisneros, sin duda, una de las rinconadas más bonitas de todo Madrid. Un añadido que se colocó en 1909.

Así sería, muy muy resumida, la biografía de esta preciosa Casa de la Villa. Cuando la tengas delante la próxima vez, respira hondo, abre bien los ojos y contágiate de su estimulante pasado.

La Casa de la Villa

Volver a la Portada de Logo Paperblog