“Papá detuvo el vehículo frente a la casa. Era la única vivienda levantada hasta donde alcanzaba la vista.
Durante el crepúsculo, cuando la fachada adquiría la misma tonalidad morada que el resto del terreno, parecía camuflarse y desaparecer entre los cactus. Como si no existiera.
Papá bajó de la camioneta y la cerró con un portazo. Las niñas trotaron hacia él. Lo abrazaron por la cintura, en una pierna cada una.”En algún momento de los años sesenta, en algún lugar del Desierto de Baja California (México), emerge como salida de la nada, una casa rodeada de rocas y cactus. Alberga una modélica familia, o al menos eso es lo que aparentan ser: el matrimonio formado por Elmer y Rose que un día decidieron alejarse del mundanal ruido para criar y "cultivar" a sus hijas en la casa entre los catus.
O a lo mejor lo increíble es que los humanos nos apelotonemos en ciudades. Que vivamos puerta con puerta, sin espacio. Que todo el mundo se meta en los asuntos de todo el mundo cuando tenemos este espacio libre a nuestra disposición para vivir más libres y tranquilos. Sin dar explicaciones a nadie de nada. Hace mucho, antes incluso de tener a las niñas, mi marido y yo nos cansamos de la vida acelerada y decidimos dar a las niñas una vida mejor. Una vida más real. Más tierra y menos asfalto.
Todas ellas tienen nombres de flor: Iris la mayor (16 años), Melissa, y las gemelas Dahlia y Daisy, sin olvidarnos de Edelweiss que ahora está muerta y enterrada en el desierto.
No están acostumbrados a recibir visitas, tan solo la maestra que les da clases va por allí una vez a la semana. Por eso, la llegada inesperada de Rick, un apuesto excursionista que parece buscar únicamente refugio y cobijo, produce un gran revuelo entre las chicas.
Como si la visita de un desconocido fuera un suceso normal y no algo que ocurría por segunda vez desde que Melissa recordaba. Y en aquella otra ocasión sólo mamá y papá atendieron al sacerdote que ofició en español una misa por Edelweiss.
En contra de sus deseos, Elmer y Rose, no pueden evitar que el muchacho se quede a pasar la noche y pronto descubrirán que no es quien dice ser, y que su estancia allí quizás no sea un hecho fortuito, una mera casualidad y deciden desenmascararlo, sin sospechar que tal vez el destino les termine desenmascarándoles a ellos, sacando a la luz secretos inconfesables del pasado, verdades, mentiras, injusticias cometidas. Y se preguntarán...
¿De verdad todo vale al pretender evitar la destrucción de tu idílica familia?Paul Pen (Madrid, 1979) es escritor, periodista y guionista. Escribe ficción desde que leyó "Las brujas" de Roald Dahl, el autor que más le ha marcado, junto a Stephen King.
Su primera novela "El aviso", le valió el título de "Nuevo Talento Fnac" en 2011, además de ser traducida a varios idiomas. Ha escrito también varios relatos, algunos también premiados.
"El brillo de las luciérnagas" (publicado en 2013) es su segunda novela y le confirma como uno de los autores de thriller psicológico más prometedores del panorama español.
“La casa entre los cactus” (2017), es la última novedad de Paul Pen.
“El brillo de las luciérnagas”, el primer libro que leí de este autor madrileño (sí, sí, que su nombre no os confunda y os haga pensar que es extranjero), me gustó mucho. Me pareció una lectura sobrecogedora con un argumento curioso y unos personajes bastante cuidados.
Al leer esta novela que hoy os reseño, no he podido evitar encontrar ciertas similitudes entre ambas. Está claro que al autor se le dan bien las historias de familias truculentas, con secretos misteriosos, que se ocultan y separan del mundo, que se encierran. Porque al fin y al cabo "La casa entre los cactus" es eso, un encierro, no para el matrimonio que ha elegido vivir allí, sino para sus hijas que no conocen otra cosa y que ansían descubrir otros aspectos de la vida.
Como en aquella ocasión, los personajes también me han gustado, sobre todo las niñas: desde la romántica y soñadora Iris, siempre sumergida en lecturas que la trasladan a otros mundos mágicos donde poder vivir historias de amor maravillosas. Pasando por la hija mediana , Melissa, la chica que habla con los cactus y que crea personajes imaginarios con las rocas del desierto. Y las dos pequeñas, las gemelas, que ansían ser iguales en todo, decir las mismas palabras, y que nadie pueda distinguirlas.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Este nuevo thriller psicológico de Paul Pen, me ha encantado. Me he dejado envolver por ese paisaje desértico, lunar, hechizante, he aspirado el aroma de las flores de los cactus y he pasado unos días en esa casa sintiendo, igual que cuando leí “El brillo de las luciérnagas” claustrofobia, tensión (que al fin y al cabo es de lo que se pretende con este tipo de novelas que tanto me gustan) y muchas ganas de conocer el final, de saber cual iba a ser el devenir de esta familia quizás no tan bien avenida como todo parecía indicar.
Os lo recomiendo, claro y yo por mi parte seguiré de cerca todo lo que escriba este madrileño, que ya ha pasado a ser, por cierto, uno de mis autores españoles preferidos.
Ahí van mis tres Deweys para él, como no podía ser de otra manera...