La Casa Kessler (en Ciudalcampo, Madrid), fue la primera construcción de nueva planta del arquitecto Alberto Morell, con la que además logró el premio europeo de arquitectura Luigi Cosenza (1998-2002).
Localizada en el perímetro de una urbanización de residencias familiares de San Sebastián de los Reyes, se sitúa en el excepcional paraje que ofrece la dehesa de encinas de Soto de Viñuelas. Tanto la presencia de otras viviendas como la pendiente del terreno, de un cinco por ciento, determinaron en gran medida la disposición de la casa.
Ésta se asienta en un gran podio, sesenta centímetros por encima del punto más elevado, que atraviesa la casa negando la continuidad entre los extremos. Un volumen construido sobre este zócalo en forma de ‘U’ aloja dormitorios y estancias de servicio, definiendo un ámbito central protegido por las alas laterales.
El salón-comedor se proyecta hacia el horizonte en un espacio rectangular a modo de urna de 21 metros de longitud por 2,10 metros de altura, donde el vidrio separa el interior del porche continuo que lo rodea. Una escalera oculta tras el fogón nos permite el acceso al estudio del nivel superior, en el que observamos un estrecho voladizo donde se ha instalado la biblioteca.
En el nivel inferior cuatro dormitorios y una sala de estar menor se alinean en una banda norte, donde tres patios ganados a la pendiente les iluminan. Ubicada junto al porche del exterior de la vivienda, una piscina parece ocupar el espacio de un bloque extraído de la plataforma en su zona central.
Los muros de hormigón de esta casa le otorgan a la casa Kessler una sensación de solidez y protección, donde impera la simetría y el orden al mismo tiempo que su volumetría se articula en la búsqueda de las grandes perspectivas.