En 1950 vivían en este pueblo cincuenta familias, dedicadas a la ganadería y a las faenas del campo. El día 31 de diciembre de cada año, al presentar los libros al Ayuntamiento de San Salvador, el pueblo de Lores consignaba en sus cuentas las mil pesetas que pagaba durante el año a Julio Roldán, presbítero, por las misas votivas que se celebraban en la parroquia en honor de los santos siguientes: Águeda, viuda; Fabián y Sebastián, mártires; Virgen de las Candelas y San Lorenzo, diácono, que es el patrono (10 de agosto).
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional hasta 1976, cuando constituyó el municipio de La Pernía, junto a los antiguos municipios de San Salvador de Cantamuda y Redondo-Areños.
Calles estrechas y casas grandes de piedra, esa es la descripción que más se utiliza para describir a este pueblo de montaña. En este recorrido dominical, llegamos hoy a la Casa del Arco, edificio que data del siglo XI, mandado edificar por un monje de la Abadía de Lebanza a quien se le atribuye la propiedad de San Roque, una rústica ermita cuya espadaña asoma entre las casas de la localidad y que ejerce actualmente de iglesia parroquial, que fue donado al pueblo en un tiempo posterior.
Cuaderno de anotaciones:
Imágenes e información complementaria