Revista Salud y Bienestar

La “casta médica” explicada por médicos

Por Miguel @MiguelJaraBlog

La Plataforma No Gracias, de médicos por la transparencia y la ética ha publicado un brillante escrito en el que describe el término “casta médica”. Este haría referencia a una parte -cuantitativamente minoritaria pero cualitativamente muy relevante- del estamento profesional que detenta el poder corporativo, académico, científico y social, valiéndose de una fructífera alianza con el poder económico -que representa la industria farmacéutica y tecnológica, la alimentaria o la de aseguradoras privadas-.

El objetivo es mantener posiciones de privilegio y preeminencia sin considerar en ningún momento ni los verdaderos problemas de los pacientes ni los de la sociedad. Se contribuye así

tanto al saqueo de la institución médica como a, lo que Berwick ha denominado, la ‘confiscación de la riqueza común de la sociedad‘ por parte de un sistema de salud que ha perdido la visión de sus fines”.

gracias médicosNo hace falta explicar que comparto al 100% lo que los amigos y amigas de No Gracias piensan y argumentan.

La industria -a través del marketing- pretende que los nuevos medicamentos sean utilizados lo más amplia y rápidamente posible.

Éste es uno de los efectos perversos del sistema actual de patentes porque acaba generando una situación de riesgo para los pacientes ya que es posible que dichos medicamentos acaben siendo sobre-prescritos (sin una clara indicación o a dosis más elevadas o durante más tiempo del recomendado).

En el texto estos profesionales cuentan las seis estrategias que usan los laboratorios para conseguir medicar más y antes a la población:

-Disminuir los umbrales para el diagnóstico. Por ejemplo, reduciendo las cifras que etiquetan a alguien como hipertenso o diabético.

-Apoyarse en medidas de resultados intermedios (control de la hiperglucemia, disminución de las cifras de colesterol), en vez de utilizar  medidas de resultados finales (disminución de infartos de miocardio por ejemplo).

-Exagerar las aparentes ventajas en seguridad que tienen los nuevos fármacos en comparación con los antiguos (como ocurre respecto a las supuestas ventajas de los nuevos antipsicóticos).

-Exagerar la efectividad del nuevo fármaco (Inhibidores de la ciclo-oxigenasa 2 frente a antinflamatorios no esteroideos clásicos ocultando los riesgos).

-Crear nuevas enfermedades, desde la fobia social a la prediabetes pasando por extravagancias de hoy que serán la enfermedad de mañana (como el  llamado Post Orgasmic Illness Syndrome).

-Fomentar usos no autorizados de fármacos (precripción off-label)”.

También explican que la industria sanitaria influye indebidamente en:

-La etapa de generación del conocimiento: manipulando la evidencia científica.

-La etapa de difusión del conocimiento: manipulando las Guías de Práctica Clínica, la literatura científica y determinando los contenidos de la formación médica continuada.

-La etapa de aplicación del conocimiento: manipulando, coaccionando -sí, la persuasión hipertrofiada (multi-canal e intensiva en el tiempo y el espacio) es coacción- y comprando, llegado el caso, a los médicos que deben prescribir esos nuevos medicamentos”.

Sobre la actual corrupción de la medicina a mano de las industrias señalan con rotundidad:

hay un colaborador necesario que no está haciendo lo que se espera de él: la profesión médica (tampoco lo está haciendo la administración que, como me dijo un amigo, ‘ha dejado solos’ a los profesionales ante el inmenso poder de las corporaciones, y es verdad; también, al final, le pediremos sus responsabilidades)”.

Escriben incluso sobre un “saqueo de la institución”; la utilización interesada de la alianza moral existente entre la medicina y la sociedad, fruto de una larga tradición y basada en valores como confianza, benevolencia o equidad y que constituye el ethos de la profesión. La casta médica estaría dilapidando y apropiándose indebidamente (saqueando) una credibilidad y un patrimonio ético que no les pertenece para obtener unos objetivos contrarios a los fines legítimos de la institución médica.

La participación de médicos en actividades ajenas a la esencia de su profesión es siempre un escándalo social porque la sociedad, cuando conoce los hechos, se siente profundamente traicionada. Concluyen:

La minoría profesional instalada en posiciones de poder gracias a la permanente, estratégica e intensa colaboración con la industria es a la que llamamos ‘casta médica’”.

Añado yo que existe “casta médica” y que por suerte existe también una nutrida representación de profesionales que aman su oficio y lo defienden con dignidad y que estos creo que serán los que marquen el futuro.


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