La cena de Acción de Gracias

Este jueves se celebra Thanksgiving, o el Día de Acción de Gracias en los EEUU. Es una de las fiestas más importantes del año allí, una ocasión en la cual las familias se reúnen, disfrutan de una buena comida y de unos días juntos, y piensan en todo lo que tienen que agradecer.

(foto de marthastewart.com)

Según la versión “oficial” del origen de esta celebración, la primera cena de Acción de Gracias tuvo lugar en Plymouth Plantation, en lo que ahora es el estado de Massachusetts, en 1621. Los indios de la zona ayudaron a los inmigrantes recién llegados a adaptar su agricultura al nuevo mundo, salvándoles del hambre. Para darles las gracias, los habitantes del pueblo prepararon un banquete, con la cosecha de sus huertas, para darles las gracias a sus vecinos nativos. Con esto, la celebración llegó a ser un símbolo no sólo del agradecimiento por la cosecha sino también de la convivencia y la vecindad. (No entraremos en detalles sobre lo qué pasó entre los inmigrantes y los nativos unos años más tarde…)

(foto de bhg.com)

En realidad, una celebración parecida para agradecer la cosecha ya formaba parte no sólo de la cultura nativa de las Americas, sino también de las culturas emigrantes. Es decir, este evento político, una “reunión” entre dos grupos que querían habitar la misma zona, no fue el primer Día de Acción de Gracias en el continente.

Una celebración para festejar la cosecha hoy en día no tiene mucho sentido, con el suministro continuo de comida, tanto fresca como elaborada. Pero la fiesta no trata sólo de agradecer la comida y el trabajo invertido en conseguirla. Es una ocasión para reuniones familiares, para fortalecer nuestros vínculos y afectos, y para reflexionar sobre el amor que sentimos y que recibimos. No es, ni debe ser, una fiesta exclusivamente estadounidense. Otras Fiestas de la Cosecha se han celebrado en Europa desde los tiempos del Imperio Romano, y forman parte de la cultura mundial. La Acción de Gracias es algo que podemos incorporar en nuestras vidas, no sólo el cuarto jueves de noviembre, sino siempre y cuando nos apetezca. Reúne a la familia. Prepara una buena comida. Y da las gracias por lo que tenemos. Porque pase lo que pase, mirando a nuestro alrededor, aún en estos tiempos difíciles, tenemos mucho que agradecer.