LONDRES, (AFP).- El francés Bernard Lapasset, el presidente de la Federación Internacional de Rugby (World Rugby), declaró inaugurada oficialmente la octava edición del Mundial de ese deporte, en Twickenham, con una ceremonia que duró treinta minutos. “Y ahora, que el torneo comience”, sentenció Lapasset desde el terreno de juego, acompañado del príncipe Enrique, menos de media hora antes del partido de apertura entre Inglaterra y Fiji.
Justo después de la ceremonia de apertura y que propuso un paseo por Inglaterra, cuna del rugby, el príncipe Harry insistió en los “valores” particulares de este deporte e hizo referencia a algunos grandes momentos de la Copa del Mundo, como la presencia de Nelson Mandela en 1995 o le drop de Jonny Wilkinson que dio el título a Inglaterra en 2003.
Esta apertura puso fin a la espera febril que se adueñó de Londres y de Inglaterra, que quieren mostrar la calidad de su equipo nacional y su saber hacer en términos de organización en los 48 partidos de que se disputarán hasta la final, el 31 de octubre en Twickenham. Cuatro horas antes del inicio oficial, los alrededores del Templo, estaban llenos de gente. “No puedo esperar más. El otro día, casi tengo un accidente en la autopista y me dije: ‘no te mueras antes del viernes”, contó Chris McGurran, un contable de 31 años, disfrazado de caballero.