Cerveza
La llegada del otoño pone fin a la temporada de las terrazas y a la inolvidable sensación de tomarse una cerveza bien fría para saciar la sed del verano. Pero la cerveza es un producto que da mucho juego y su disfrute no entiende de temporadas, especialmente si te encuentras en la República Checa, donde ejerce de bebida nacional y se erige como uno de los emblemas más conocidos del país.
Descubre cómo seguir disfrutando de esta ancestral consumición cuando bajan las temperaturas:
1. Sumérgete en un relajante baño de cerveza:
En la República Checa han sabido diversificar uno de sus negocios más importantes, el de la fabricación de cerveza, y muchas fábricas o cervecerías se han dotado de modernos spas que utilizan la cerveza para aportar innumerables beneficios al cuerpo y a la piel: desde estimular el metabolismo, mejorar la circulación, eliminar las impurezas y favorecer la regeneración de los tejidos; hasta reducir la fatiga y el estrés, entre muchos otros.
Prueba sus múltiples bondades en balnearios como el de Stramberk, en la región de Moravia; o en el de Chodovar, cuyo baño de lúpulo es conocido por sus propiedades relajantes contra el insomnio y el estrés. En todos ellos podrás completar tu sesión de `beauty´ con la degustación de una exquisita cerveza checa.
2. Aprende a `tirarla´ con un auténtico maestro cervecero:
El oficio de tirador de cerveza existe y en la República Checa está considerado como una disciplina muy noble. Y es que de allí es, precisamente, el Campeón Mundial Lukás Svoboda, quien trabaja e imparte cursos de tiraje de cerveza en la taberna Lokál U Bílé kuzelky de Praga. Apúntate a uno de sus clases, o a las que también se llevan a cabo en la cervecería Pilsner Urquell de Pilsen, y descubre los tipos de cerveza que existen, cómo se tira cada una y otros secretos de esta ancestral profesión.
3. Vete de cañas a una mini-cervecería:
Aunque la Pilsen es la cerveza checa más famosa del mundo, el país cuenta con muchas otras variedades igual de exquisitas que se pueden degustar en las más de 400 cervecerías que hay en todo su territorio. En los últimos tiempos se han puesto de moda las mini-cervecerías que elaboran sus propias cervezas artesanales. Una de ellas, la que se hace desde el Siglo XVI en el pueblo de Dalešice, obtuvo en 2016 el premio a la "Mejor cerveza de la Repúbica Checa". Pero también encontrarás grandes cervezas artesanales en muchas otras ciudades checas como Varnsdorf, dónde está la cervecería Kocour; o en la cervecería Novosad de Harrachov, en la que además de probar una singular cerveza de levadura prodrás visitar una de las fábricas de cristal más antiguas del país.