En casa consumimos frutas y verduras ecológicas y procuramos que sean de temporada, un gran porcentaje de ellas nos las suministran nuestros padres pues tienen huertas que siembran y cultivan de forma respetuosa con la tierra. No usan pesticidas químicos y conservan las semillas de un año para otro, obteniendo así unas cosechas de confianza. Otra parte de nuestra cesta ecológica proviene de una cooperativa de cultivo ecológico de Galicia llamada Labregos Daiquí.
Solemos hacer un pedido cada quince días y cuando nos llega a casa la cocina se transforma en un arco iris de colores de la gran variedad de frutas y verduras que nos llegan. Os voy a enseñar una pequeña muestra de ello, aunque me encantaría que a través de vuestras pantallas llegara el aroma de las distintas frutas, es algo que me encanta.
Alimentarse de una forma sana supone cambios en el estilo de vida de las personas. Nosotros lo estamos consiguiendo.
Tú también puedes… si quieres.