Revista Cocina

La cetosis ¿adaptación o trastorno del metabolismo?

Por Mamucer @MarinaMunozC

La cetosis ¿adaptación o trastorno del metabolismo?

– Marina Muñoz Cervera –

Las dietas “keto” promueven el estado de cetosis como beneficioso para la salud.

La alimentación cetogénica, también conocida como “Dieta Ketogénica”, se basa en la exclusión o reducción de los carbohidratos de la alimentación, mientras que se aumentan los alimentos ricos en grasas y proteínas.

Se ha puesto de moda para adelgazar, ya que promueven una pérdida de peso muy rápida y “aparentemente” sin efectos secundarios.

Las dietas cetogénicas han sido utilizadas con fines médicos desde el año 1921, en el tratamiento de crisis convulsivas en niños y, posteriormente, en las epilepsias refractarias de adultos.

También, se usan en el tratamiento de la diabetes tipo II, entre otros procesos.

En el deportistas, se utilizan en casos muy concretos y bajo estrecha vigilancia.

Sin embargo, en otros casos, se implanta este tipo de dieta, sin los conocimientos necesarios para resolver los problemas que surgen durante y después.

Problemas de las dietas cetogénicas.

En las dietas cetogénicas se suprimen los carbohidratos como fuentes de energía.

Por lo tanto, el organismo tiene que adaptarse a la nueva situación “sin glucosa”, produciendo en el hígado, cuerpos cetónicos, para obtener energía.

Se produce un cambio en el funcionamiento metabólico que, según algunos autores, alcanza la categoría de “trastorno o desequilibrio”, mientras que otros lo consideran simplemente una “adaptación”, conocido como “Cetosis”.

No obstante, y entendiendo por “trastorno”, una alteración leve de la salud, veremos que la cetosis puede encajar en el concepto.

Últimamente las dietas keto tienen muchos adeptos, para los cuales el estado de cetosis es casi una bendición por los “beneficios” que produce, pero no podemos olvidar que la “supuesta adaptación metabólica” no sucede gratuitamente.

Algunas consecuencias del estado de cetosis:

Los problemas que se describen asociados a las dietas cetogénicas, que llevan a un estado de cetosis, son los siguientes:

1.- Carencias vitamínico-minerales.

2.- Astenia o decaimiento por falta de energía.

3.- Halitosis o mal alimento debido al aumento de los cuerpos cetónicos.

4.- Dolores de cabeza.

5.- Calambres.

6.- Riesgo de arritmias cardiacas.

7.- Diarrea o estreñimiento.

8.- Posible deterioro de la cognición, que puede afectar a la atención, memoria y procesamiento de la información.

9.- Disminución de la masa ósea.

10.- Litiasis vesicular o renal.

Además, estas alimentaciones son ricas en proteínas y pueden producir alteraciones en los riñones, sobre todo si ya existe una lesión previa.

Las dietas cetogénicas aparecen como las peores para la salud, dentro de los rankings de dietas, sin embargo ganan adeptos por la facilidad con la que se pierde la grasa.

Mientras que una alimentación equilibrada hipocalórica, combinada con ejercicio físico, se mantiene en el tiempo y también ayuda perder peso, las dietas cetogénicas son difíciles de mantener a largo plazo, y pueden producir un efecto rebote al reintroducir los carbohidratos en la alimentación, es decir, recuperar mucho más peso del ya perdido.

Eliminando los carbohidratos de nuestra alimentación, no solo perdemos grasa, también podemos perder la salud.

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Fuente:

– Angel Gil. Tratado de Nutrición. Tomo IV. Nutrición clínica. 2ª Edición. Editorial Panamericana de la Salud. Madrid, 2010.

– Nutr. clín. diet. hosp. 2013; 33(2):98-111 “Dietas cetogénicas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad”
DOI: 10.12873/332cetogenicas

Imagen:

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