Nunca olvidaré ese día. El día que llegué a la ciudad de Hue y luché contra un millón de amarillos de mierda. Me encantan esos bastardos rojillos, tío, ya te digo. Estos soldados son tan duros que parecen instructores de ojos rasgados. ¡Hermanos, estamos viviendo un gran momento! Somos alegres gigantones vestidos de verde, caminando armados por la tierra. Esta gente a la que eliminamos hoy… son los mejores seres humanos que jamás conoceremos. Cuando volvamos al mundo, echaremos de menos no tener a nadie a quien valga la pena disparar.
Crazy Earl. La chaqueta metálica. (1987)