de Donato Carrisi.
Título: La chica en la nieblaAutor: Donato CarrisiEditorial: Duomo, 2017Páginas: 384
Sinopsis.
Una chica desaparecida en un pueblo de montaña.La lluvia, la niebla, las luces.Las luces son las de las cámaras.Han llegado los medios de comunicación.Y todo ha cambiado.
Impresión personal.
Veo poquísimo la televisión. Hay días que ni siquiera la miro aunque alguien de la familia la tenga puesta de música de fondo. Y resulta curioso que esta "caja tonta" que en otro tiempo organizaba nuestros horarios de actividades hasta hacerme volver a casa a una determinada hora para ver no se qué programa, hoy no es más que un trasto inútil que aún sigue ocupando demasiado espacio en mi salón. Y no es que yo o mi familia se haya vuelto aburrida, o que seamos personas que cambiamos a cada nada de gustos o aficiones. En realidad, es que la calidad de lo que ese aparato expulsa al exterior deja mucho que desear para personas "corrientes y molientes", ciudadanos normales con inteligencias dentro de la media que reconocen la "basura" allá donde la encuentran. Tertulianos con el título de periodista (o sin él siquiera) que se erigen en conocedores y expertos de todo tipo de materias que lo mismo opinan y juzgan la corrupción política que al rato te hablan de que tipo de garbanzo es mejor para el cocido o de qué tipo de hierba debe comer una cabra para que la leche sea de mejor calidad. Pseudo-investigadores que adelantan al trabajo de expertos policías y que nos cuentan sus indicios, muchos de ellos basados en simples declaraciones del transeúnte primero que pasa por la calle o encuestas pseudo-científicas sin una miserable ficha técnica que te garantice la fiabilidad de la misma. Y todo lo anterior acompañado de gritos, pésimo vocabulario que exportan al exterior con facilidad y una incapacidad para el dialogo increíble, amén de la financiación de muchos medios de comunicación que claramente orienta el sesgo político de cada cadena mediática y de sus invitados.
Una parte importante de esta novela trata de todo esto, de como los medios de comunicación y la gente o grupos sociales que se aprovechan de ellos y de su influencia son capaces de determinar investigaciones que desde un principio deberían ser muy serias y científicas. Los medios no se casan con nadie. Levantan y hunden a quien sea sin escrúpulos ¿qué importan las personas? ¿las familias? ¿los niños? Lo que importa es la audiencia y donde hoy eres parte del espectáculo de la parte de los "buenos", al día siguiente puedes convertirte en "enemigo público" número uno por un simple rumor que se hincha y se tergiversa.
Anna Lou, de apenas 16 años, ha desaparecido en su pueblo, un lugar recóndito en los Alpes, con una única entrada y una única salida, pocos habitantes donde una Congregación religiosa domina la vida de la mayor parte de sus habitantes. Para realizar la "investigación" policial acude a la localidad, Vogel, agente especial y su compañero Borghi, un policía novato pero profesional ya desde sus inicios y una fiscal que media entre su interés por encontrar pruebas reales de culpabilidad de los sospechosos y su interés en demostrar que el agente especial la intenta manipular para realizar aquellos actos que lo encumbren a la fama. La verdad es que no creo que nadie llegue a empatizar con Vogel, un tipo egocéntrico, narcisista, incapaz de mostrar cualquier sentimiento por la víctima o por sus familiares y cuyo único fin es obtener un "culpable" a toda costa, basando toda su investigación en lo que "parece" y no en pruebas reales y concluyentes. Para todo ello, su interés personal es darle al pueblo y al público en general, un culpable, lo sea éste o no lo sea, y se sirve de algo que maneja a la perfección, los medios de comunicación. Sabe perfectamente que lo que no sale en los medios no recibe atención alguna y se sirve de ello no sólo para conseguir los recursos personales y técnicos necesarios, sino para encumbrarse hacia una fama que busca por encima de todo y de todos, incluida la propia víctima, que en toda la novela es quien menos importa a todos en favor de otros intereses.
Nunca suelo comparar unas novelas con otras, entre otras cosas, porque me gusta centrarme en las historias que me están contando en cada momento y porque me encanta ver que los autores/as evolucionan y me sorprenden en cada una de sus obras y no se quedan anclados en un estilo único y son capaces de innovar respecto a ellos mismos. Por todo eso me ha gustado muchísimo esta nueva novela de Carrisi. Ni se ha superado a sí mismo, ni se ha repetido. Simplemente, me ha demostrado que puede escribir como quiera en cada momento y traerme tramas diferentes, a un ritmo distinto sin que yo, lectora, pierda el interés en toda la lectura y quiera conocer a donde quiere llevarme. Esta nueva novela es eso, un "déjame que te lleve, a mi ritmo" un "ten paciencia", tanta como el psiquiatra Flores que entrevista a un Vogel perdido y manchado de sangre, que al final, tendrás el premio merecido. Y el premio final, después de unos cuantos giros de tuerca, ha sido edificante. He ido saltando de crítica encubierta a crítica encubierta, a localizar una trama escondida en la niebla, o mejor en la ceguera del ser humano que deja de ver lo que no le interesa y de ello se aprovecha el verdadero culpable. En la niebla siempre hay alguien escondido que es capaz de ver más que el resto. El resto se entretiene viendo la tele, aparentando ser quienes realmente no son, escondiendo sus miserias familiares debajo de la cama y viviendo una vida forzada evitando el qué dirán, mientras alguien los observa y analiza la realidad desde un punto de vista concienzudo y veraz y lo aprovecha para cometer delitos bien planificados e indetectables.
Me han encantado las críticas hacia los medios de comunicación, sobre la manipulación de los hechos con tal de vender lo que la gente quiere ver y escuchar; su crítica de lo que se esconde muchas veces en zonas rurales, aisladas de mundo exterior, donde el poder se monta, en muchas ocasiones, alrededor de un grupo reducido de personas sobresalientes de una comunidad muy pequeña y donde la exclusión del grupo significa aislamiento y deshaucio social; la crítica a la propia policía que, en esta ocasión, se deja llevar por las noticias que ellos mismos generan y dejan de poner en primer lugar de los hechos a la propia víctima y todo aquello que la rodea, tergiversando las pruebas en favor de la acusación fácil.
Y ¿cómo no? me ha encantado el final de toda la trama. Pude intuir una parte, pero poder girar y girar hasta realizar una contorsión perfecta del tipo "exorcista", aunque lógica y factible totalmente, no estaba en mi mano, y Carrisi ha conseguido sorprenderme y dejarme con la boca abierta.
En definitiva, tendréis que leerla para encontraros con esta versión diferente de un Carrisi que a mi, personalmente, me ha encantado, me ha sorprendido y me ha puesto al descubierto una trama bien hilvanada por unos personajes dignos de todas las críticas que aparecen en la novela pero reales como la vida misma y un broche final digno de un estilo propio.