Revista Salud y Bienestar
Maggie Meier agarra la pelota, arma el tiro y la envía hacia los brazos de su hermana, que los ha colocado en forma de aro. ¡Canasta! Parece una escena de dos hermanas que se divierten en una habitación, pero existe una pequeña diferencia: Maggie está entrando y saliendo del coma.Tres años después, esta estudiante de la escuela Blue Valley de Kansas ha regresado a las canchas donde ha recibido el homenaje de sus compañeros, según informa The Daily. En el año 2008 sufrió una meningitis que le dejó en coma durante dos meses y medio. La familia la movía de vez en cuando a la silla de ruedas para evitar que se entumeciera y fue allí donde descubrieron que, a pesar de estar en estado vegetal, su mente conservaba un resorte que no había olvidado."Nunca había visto nada como esto", asegura su neurólogo, el doctor William Graf. "El acto de tirar la pelota debía estar arraigado como uno de los instintos básicos de Maggie, y recuperó este movimiento antes incluso de poder levantarse o caminar".La enfermedad que afectó a Maggie fue una encefalitis por micoplasma, un tipo de bacteria que puede causar diversas infecciones y que en su caso afectó a las meninges e inflamó el cerebro. En otoño de 2008, la joven se sintió mal y a continuación sufrió un ataque. Días después su estado empeoró, tuvo que ser reanimada y cayó en estado de coma."Cuando sucedió", relata Graf a lainformacion.com, "Maggie despertó brevemente del coma, con los ojos abiertos, y la colocaron en una silla. No podía hablar, ponerse de pie o andar. Tampoco parecía entender lo que le decían. Su madre y su hermana mayor estaban allí y le pusieron una pelota de playa en las manos y ella empezó a lanzarla a diferentes objetivos de la habitación, pero siempre con una técnica perfecta de tiro. La primera vez me lo perdí y cuando la examiné no respondía a ningún estímulo. Un par de días después lo vi por mí mismo".En aquellos primeros días, la chica despertó varias veces y permanecía en un estado semicomatoso, sin responder a los estímulos y volvía a entrar en coma. Su única respuesta era el lanzamiento de la pelota. Aunque la reacción de Maggie Meier recuerda al apelícula "Despertares", basada en el libro de Oliver Sacks, su situación no es la misma. "Es uno de mis libros favoritos", asegura Graf. "Como neurólogo infantil he visto respuestas espectaculares a la levodopa, pero no es el caso de Maggie. Su encefalitis es distinta de la encefalitis letárgica que describe Sacks en sus casos".Su estancia en el hospital duró 100 días y su recuperación ha llevado más de tres años. Ahora no recuerda nada de las sesiones en las que agarraba una pelota de playa y la lanzaba de manera automática. "He jugado al baloncesto toda mi vida", asegura, "Sabía jugar y lo que pasaba en la cancha". "Maggie está ahora espectacularmente recuperada", nos cuenta su neurólogo. "Se perdió casi un año de su vida a la edad de 14, y tuvo que reaprender a comer, a hablar, a caminar... Y tuvo una amnesia muy grande. Recuerdo a su familia enseñándole álbumes de fotografías de familiares y amigos para enseñarles los nombres de aquellas personas que ella había olvidado".Durante su recuperación, el baloncesto resultó se terapéutico. Maggie tuvo que reaprenderlo todo y el entrenador de su equipo reservó una silla para ella en el equipo y trabajó con ella todo el tiempo. "Parece que llevo aquí años", asegura, "pero cuando lo pienso, es realmente asombroso", asegura Maggie. Su vuelta a la cancha ha sido para ella como el final de un mal sueño.
Sus últimos artículos
-
¿Qué es el neuromarketing?
-
El uso de biomarcadores en la enfermedad de Alzheimer facilitaría su detección precoz
-
Fibra óptica para la epilepsia
-
¿Se pueden usar algoritmos de páginas de citas encontrar los mejores candidatos para ensayos clínicos? Un intento pionero busca hacerlo para encontrar una cura para le Enfermedad de Parkinson