


Momento Miura y Bostecito (mejor toro de la feria)Y todo esto ya lo andaba pensando, me parece recordar, viendo la mar como un plato y mi trainera de Pedreña (en esto hay que estar con alguien. Yo, con Pedreña, la clásica, la de color negro y camiseta blanca, la castellana... con la que te puedes jugar la salud, haciendo bromas al límite rodeado de bermeotarras (uno es así), mucho más que las figuras toreando por esos pueblos de Dios) prepararse para la ciaboga. La ciaboga es la maniobra más importante, puede arruinar una regata o marcar el inicio de una gran remontada. Es además uno de los momentos preferidos de los fotógrafos de prensa que intentan captar al proel insertando el estoque en el mar, en asombroso escorzo, el rostro a punto de explotar y los brazos tensos de quien se dispone a remover el océano como una taza de café.
Otros dicen que: "durante la ciaboga, las traineras no giran en el mar; es el mar entero el que gira en torno a las traineras". Cuando esto sucede con el mar bravo, es como ver un torero delante de un toro de esos que nos describe tan bien José Ramón Márquez:
"toros de lidia mansos, bravos, encastados, fieros; toros que dan miedo y que son la base del espectáculo llamado ‘los toros’, toros que no dejan estar desahogadamente a su matador, que hostigan a los peones, que cambian durante la lidia, que derriban a los caballos, que se crecen en la pelea o que huyen, ¡qué más da!, toros que no se entregan, que en sus cuernos llevan la promesa de la cogida, de la inseguridad, toros listos para toreros machos y no para pintamonas que hacen posturas para desmayo de las damas, toros con dignidad que reclaman frente a ellos en sus doce minutos de vida pública un tío que les plante cara. Toros que reivindican la decencia de sus ganaderos, cuyo fin es criar toros, y el que venga atrás que arree."Toros de esos que eché a faltar en Bilbao.


