Durante el embarazo, aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres , sufren ciática, que consiste en un dolor que se localiza en la parte baja de la espalda, es decir, alrededor de la zona lumbar. Esta dolencia se produce cuando se inflama el nervio ciático, el más largo y ancho de todo el cuerpo humano.
De este modo, suele comenzar en la pelvis, continuar por la parte trasera de los músculos y luego ramificarse por la zona de detrás de las rodillas llegando incluso a los pies.
Y es que este nervio es especialmente sensible a la presión, por lo que conforme aumenta el peso, una vez que el pequeño va creciendo, aparece este dolor. Es decir, a medida que el tamaño del útero crece, los nervios espinales que dependen del ciático en la parte baja de la espalda, se comprimen y a la vez se irritan.
Los cambios hormonales son uno de los grandes responsables de la aparición de la ciática en el embarazo
Aunque no sólo este nervio es responsable de esta dolencia. Y es que también las hormonas son responsables de que las embarazadas sufran estos dolores, incluso desde las primeras semanas de gestación. Así, durante este periodo, el organismo de la mujer produce una hormona, denominada relaxina, que provoca que se reblandezca la zona del pubis y la matriz, todo ello con el objetivo de facilitar la salida del bebé, una vez que llegue el parto y el pequeño tenga que salir por dicho canal. Así, dicha distensión muscular hace que se relajen los ligamentos, dando como consecuencia este dolor.
Por ello, a menudo, la mujer sufre dolores que se localizan en la zona lumbar, bajo la cintura, o en la parte alta del glúteo. En ocasiones se pueden incluso sentir pinchazos en esta zona. Asimismo, a veces se puede sentir entumecimiento en la pierna o sensación de hormigueo, como si estuviera dormida. A ello se une que, como consecuencia del peso abdominal, la mujer tiende a tomar malas posiciones, por lo que cambia su eje de gravedad y es también otro de los factores que pueden influir significativamente en la aparición de la ciática.
Sin embargo, cuando aparezcan estos dolores, es importante saber que hay ciertas recomendaciones que servirán para combatirlos o, en algunos casos, al menos aliviarlos.
Recomendaciones y consejos para disminuir la intensidad de los dolores de la ciática en el embarazo
En primer lugar, será importante que la mujer controle el peso durante el embarazo, ya que engordar más de lo recomendado provocará una mayor presión sobre el nervio ciático. Para ello y para reforzar los músculos de la zona abdominal, así como evitar el sedentarismo, causas que provocan dicho dolor, será muy importante que practique ejercicio. Sin embargo, deberá ser moderado, apostando por algunos como la natación o el yoga, que cumplen estos objetivos y le ayudarán a estar en forma.
Otro punto fundamental será saber controlar las posturas. Así, se evitará estar sentada durante mucho tiempo, no deberá cruzar las piernas al sentarse, deberá agacharse doblando las rodillas y ante todo, tendrá que intentar mantener la espalda recta y erguida.
A la hora de dormir, la mejor postura para descansar y dormir lo mejor posible, será colocarse de lado, del izquierdo y colocar un cojín entre sus rodillas y otro bajo la zona de la barriga. También es muy beneficioso que, cuando aparezca el dolor, la embarazada se coloque calor seco durante la zona varias veces durante el día. Será una forma sencilla de aliviar estas molestias.
Finalmente es importante destacar que, si a pesar de controlar y tener en cuenta estos consejos, persiste el dolor, deberá acudir a su médico para que le ayude a encontrar la solución ante esta dolencia.