Fuente de La Cibeles, Madrid, teñida de verde por el movimiento independentista vasco Independentistak.
Este puente podíamos ver el símbolo madrileño teñido de un verde "euskaldun", un acto de protesta llevado a cabo por la plataforma pacífica que tiene en este color su seña de identidad. Según ellos, es una nueva forma de activismo político pacífico, que va acorde con los nuevos tiempos y que al igual que ocurre con la izquierda abertzale, busca formas de expresión no violentas, pero sin renunciar a su visibilidad en nuestras calles. Una alegría que cambien el cóctel Morotov por el tinte de pelo, la verdad.
Al tiempo, otro grupo tiñó de verde la fuente del Louvre en París, haciendo partícipe también al país galo de la protesta, pues según ellos, tanto España como Francia, son los estados "opresores". (Enlace a sus fotos)
No es la primera vez que usan este "arma" propagandística, ya en octubre hicieron lo propio con el río Arga en Pamplona, lo que fue denunciado por su falta de ecologismo, aunque este grupo defendiese que el colorante no era contaminante. (Enlace)