Un empresario envió a sus dos hijos gemelos a un país para valorar las oportunidades de su negocio de calzado. Tras un tiempo, recibió un correo electrónico de cada uno de sus hijos.
El primero decía: Querido padre, tras días recorriendo este país, he observado que hay pocas tiendas y que la oferta de calzado no es de calidad. La gente vive en el campo, donde los caminos se encuentran sin asfaltar. Sinceramente, no creo que sea un lugar adecuado para la venta de nuestros zapatos.
El segundo decía: Querido padre, tras días recorriendo este país, he observado que hay pocas tiendas, que la oferta de calzado no es de calidad. La gente vive en el campo, donde los caminos se encuentran sin asfaltar. Creo que será un lugar acertadísimo para vender nuestros zapatos.
Recorrieron el mismo camino, pero vieron cosas diferentes. Uno detectó problemas y el otro vislumbró oportunidades.
Nuestro cerebro se divide en dos hemisferios (izquierdo y derecho). Cada hemisferio procesa la información exterior de manera diferente, pero ambos gozan de personalidades independientes.
El izquierdo es RESPONSABLE del lenguaje verbal, la resolución de problemas matemáticos, el pensamiento racional y la memoria. Almacena información teórica y numérica, y se encarga de estructurar, ordenar y planificar. Se rige por normas, reglas, leyes, y trata de encontrar certezas y resultados en todo cuanto realiza. Entre el blanco y el negro es incapaz de entrever el color gris. Es un hemisferio que solamente se fija en la dimensión cuantitativa y material de las cosas.
El hemisferio derecho está ligado a la parte SENSORIAL. Todo lo que no puede definirse con palabras. Este hemisferio, percibe señales, signos, metáforas y significados ocultos de las cosas. Nos acerca directamente a la dimensión emocional y espiritual de la condición humana, hasta el punto de permitirnos sentir la parte inmaterial de las cosas.
Más original y rebelde que el hemisferio izquierdo, el derecho rompe normas sociales, se mantiene ajeno a directrices, mientras su empatía, compasión y habilidad para comunicarse de manera no verbal es increíblemente habilidosa. Desarrolla la imaginación, la innovación, el pensamiento intuitivo y creativo.
Los neurólogos confirman, que ambos hemisferios interactúan a la vez, que son complementarios y que ninguno tiene más relevancia que el otro.
Actualmente la inmensa mayoría de nosotros estamos tiranizados por el hemisferio izquierdo. Seguimos pensando que un pensamiento lógico y racional (que tan buenos resultados ofreció a lo largo de la era industrial) es más importante y superior que la imaginación, la intuición y la creatividad.
Igual que la capacidad que el ser humano tiene para razonar está marcada desde el nacimiento, el pensamiento creativo es otra forma de expresión inherente a la condición humana. Y tan valientes debemos ser para escuchar nuestra mente, como para escuchar a nuestro corazón.
Fuente: La Mente es Maravillosa.
C. Marco