Por Jorge Valentín Miño
(Introducción a su libro Ayer será otro día -Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2014–)
La literatura de ciencia ficción ofrece un universo cerrado donde las leyes propuestas se ajustan a las necesidades estructurales del discurso. Se puede hacer ciencia ficción con pobreza retórica, pero si se adolece de ideas resulta imposible. He despegado hacia esta variante de la literatura fantástica desde el realismo mágico de donde me resulta alucinante la forma como eventos reconocibles dan el salto hacia lo sobrenatural; de igual forma la CF brinca hacia lo fantástico, amparado en la ciencia y jugando con el síndrome del no reconocimiento.
La CF guarda implícita un carácter perecible, que se manifiesta cuando la realidad alcanza al relato y automáticamente lo convierte en un documento histórico. Mis visiones y la constancia de perseguir la idea y de dotarla de carne, sangre y nervio, arropar su esquelético cuerpo con capilares de letras y enhebrar la triada: problema, nudo y desenlace, me han llevado a proponer esta colección.
Estos cuentos son consecuencia de jugar con el “qué pasaría si…” unido al rústico ensayo de mis egos experimentales. Con los siglos que nos caen en vértigo y las innovaciones tecnológicas a rebosar, invitan a redescubrir el “sentido de la maravilla”. ¿Cuándo fue la última vez que enmudeció de asombro al ver volar un avión?
Todos los pueblos tienen sus profetas y sus coterráneos de manera inexplicable afilan las piedras de la indiferencia para lapidarlos, mientras que sus visiones guardan mejor estima fuera de casa: escritos entre 2003 y 2004 ha resultado como entrenar caballos para hipódromo. Como ninguna editorial deseaba publicarlos (que no eran comerciales, que incursione en la literatura infantil porque eso sí se vende…) y para que no estén ociosos, los sometí a certámenes a que compitan con otros potrillos inscritos de todo el mundo (del Universo si cabe). De esta serie, dos han quedado en primer lugar, cuatro entre los finalistas y el resto se han embarcado en antologías impresas y digitales.
Con Ayer será otro día espero hacer un buen anfitrión, ir por delante a tientas dentro de un cuarto oscuro, a la sazón de una luz de vela, para alumbrar la estancia y descubrir con usted, de a poco, lo que hay nuez adentro.
Me interesa el Universo y los momentos en que la generosa mano de Dios comparte sus secretos con los hijos de los hombres. Creo que el conocimiento recibe primero un sano interés en el tema y luego, a partir de ese momento, por continuas revelaciones.
El abanderado temático de la CF son los extraterrestres y escribir CF, sin haber visto un OVNI, debe ser llevadero, pero frustrante; yo por fortuna tuve el privilegio de ver uno con lo cual afirmo que lo que narro existe.
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