Hoy os quiero recomendar uno de los espacios más innovadores y novedosos en los que disfrutar un rato muy agradable. La Cineteca, la renovada sala de cine del Matadero de Madrid, es la primera y única sala del país dedicada casi en exclusiva al cine de no ficción.
Es un espacio concebido para el arte documental y experimental, pero su finalidad no radica sólo en su proyección, sino que además ha sido pensado y diseñado para su creación, precisamente porque nace con el compromiso de apoyar la producción. De este modo, este emblemático lugar aúna los estudios de cine y las salas de proyección.
Además del interés cultural que puede tener esta sala, el lugar tiene algo más especial, y que a mí, y a todos los amantes de la arquitectura, le aporta un punto de interés extra: su diseño.
El espacio que combina la luz y la oscuridad de forma armoniosa, ofrece al documental un lugar donde asentarse cómodamente. Y en este punto radica su especialidad. En el centro del salón encontramos una larga escalera luminosa que se combina con la madera negra que recubre las paredes, el techo y el suelo tanto de la cineteca como de la librería.
Los pasamanos de la escalera, tejidos con tubos plásticos con luces, iluminan todo el lugar. El juego de luces, que combina de forma armoniosa el entramado de estos tubos con espacios en penumbra, confiere al espacio un toque dramático y ensombrecido,que consigue crear un ambiente cómodo y agradable a la vez que juega con las sensaciones de calidez y de frialdad. Todo esto contribuye a crear una atmósfera especial dentro de Matadero.
En resumen, la cineteca constituye un paseo por lo más intrépido y original tanto en el terreno cinematográfico como en el arquitectónico y hace que las palomitas y la coca-cola puedan llegar a parecer toda una delicia gourmet.