Hoy nos encontramos en Teruel, la capital de provincia más pequeña de España. Este puede ser el motivo de que sea una gran desconocida, como dice el lema Teruel también Existe, o puede ser una oportunidad, ya que estamos en una de las provincia llena de pueblos únicos. Pueblos como Valderrobres, Albarracín (del que ya hemos hablado), Calaceite, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Cantavieja; todos diferentes y con un encanto especial.
Uno de los principales problemas que tiene la ciudad es la comunicación, si vivimos en Zaragoza o Valencia lo tenemos fácil (hay línea de tren directa), pero desde Madrid, la opción más rápida es ir hasta Zaragoza para luego bajar. Ya que la carretera que va de Madrid a Teruel pasando por Cuenca no es de las mejores, aunque si no tienes prisa por llegar, te la aconsejo ya que el paisaje por la Serranía de Cuenca es una maravilla.
Si vienes en coche, te aconsejo que lo dejes aparcado al otro lado del viaducto, ya que toda la zona monumental es peatonal y si no, no esperes encontrar sitio para aparcar (gratis).
Empezamos a la altura de la estación de tren de Teruel, lo primero que nos encontramos son sus dos viaductos que sirve de unión del Teruel moderno con la zona antigua. Son la principal forma de llegar a la zona monumental, uno para el tráfico y otro peatonal, pero además con las mejores vistas de la ciudad.
El viaducto
La parte vieja, se caracteriza por el estilo mudéjar, en la mayor parte de sus monumentos. Ya que el periodo de ocupación musulmana tuvo mucha influencia en la ciudad, generando una corriente arquitectónica que imitaba el arte árabe.
Imitando este estilo (aunque en una época más moderna), lo primero que nos encontraremos son las Escalinatas Mudéjar, la cuales son un perfecto ejemplo de lo que nos espera ver en la ciudad. Una vez subido y bajado los peldaños, girando a la derecha llegamos a la popular Plaza de San Juan, donde se encuentra el Casino.
Escalinatas Mudejar
Siguiendo a la izquierda llegamos a la a la iglesia del Salvador (siglo XIV), donde nos espera la primera de las torres mudéjar de la ciudad. Muy cerca se encuentra la iglesia de San Pedro (siglo XIV) con la segunda de las torres mudéjar.
Torre mudéjar
En el interior de la Iglesia de San Pedro encontramos el Mausoleo de los Amantes de Teruel, el principal símbolo de la ciudad. Para quien no conozca la leyenda de los Amantes de Teruel os la paso a relatar:
Erase que se será, dos jóvenes enamorados, Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura. Juan Diego pidió la mano de Isabel a su padre, quien se la negó porque creía que no tendría medios para mantener a su hija. El padre le dio al chico 5 años para que se fuera a las cruzadas e hiciera fortuna. Al mismo tiempo intentó convencer a su hija para que se casara con un mejor partido, pero ésta se negaba. Cuando faltaba poco para terminar el plazo, creyendo que su amado ya no volvería. Accedió a casarse con un hombre rico, el último día del plazo de tiempo. Poco después Juan Diego volvió y fue a ver a Isabel a escondidas. Éste le pidió un beso y ella se lo negó porque era una mujer casada, y tal fue su dolor que prefirió la muerte. En el funeral, Isabel se acercó al ataúd y le dio el beso que le había negado en vida. Tras besar a su amado, cayó muerta a los pies de la caja fúnebre. Por lo que decidieron enterrar en un mausoleo a los Amantes de Teruel, cuya capilla está situada al lado de la Iglesia de San Pedro. Una leyenda que nos recuerda mucho a Romeo y Julieta.
Tras la iglesia de San Pedro, nos encontramos en pleno centro, con edificios modernistas como la Casa de Tejidos El Torico, junto a la Plaza Mayor. Pero en la plaza lo que destaca en el centro es la Fuente del Torico, coronado con un toro en miniatura.
Plaza del Torico
A la izquierda de la plaza se encuentra la tercera de las torres mudéjar, la de la Catedral de Santa María de Mediavilla (siglo XIII), cuya iglesia es la más antigua de la ciudad. Al lado se encuentra el Palacio Episcopal, sede del Museo Diocesano, dedicado al arte sacro desde el Medievo hasta la actualidad.
Catedral de Teruel
Sin apenas movernos, detrás de la Catedral encontramos otro de los museos, el Museo de la Diputación, con los hallazgos arqueológicos encontrados en la provincia.
Siguiendo hacia la Plaza de Pérez Prado se encuentra la cuarta torre mudéjar, la de San Martín (siglo XIV). La cual se puede subir para disfrutar de las vistas de la ciudad.
En dirección hacia la carretera, nos espera el Acueducto de los Arcos, que aunque parezca no es romano sino renacentista. Se construyo para poder traer agua a Teruel y como puente peatonal para salvar el barranco.
Acueducto de los Arcos
Y con esto terminamos de conocer lo más importante de la ciudad, pero nos falta una cosa que nos espera a las afueras. Ya que mucho antes de que los árabes llegaran, hubo unos seres que vivieron aquí y que dejaron sus huellas en las piedras. Nos estamos refiriendo a los dinosaurios, cuyo paso por Teruel y los hallazgos encontrados, se pueden visitar en Dinopolis.
Si todavía tienes tiempo para más, acercarte al pueblo de Albarracín (a 28 Km de Teruel), uno de los pueblos más bonitos de España. Te espera una arquitectura única de casas en piedra rojiza, una muralla que serpentea por la montaña, un castillo y un paisaje inigualable, el de la Sierra de Albarracín.
Más información sobre Teruel
Web de Turismo de Teruel: http://www.turismo.teruel.es
Dónde dormir en Teruel
Teruel es una ciudad pequeña por lo que puedes ir a todos lados andando, eso es una ventaja porque no tendrás que buscar un hotel que este en pleno centro, lo que te ahorrará bastante dinero. Así que aquí tienes los alojamientos más interesantes de Teruel, para que tu visita sea magnífica.
Dónde comer en Teruel
Los más recomendados son:
- La Menta (calle Bartolomé Esteban, 10): restaurante clásico de Teruel con comida tradicional.
- Mesón Ovalo (Paseo Ovalo): El menú del día es muy variado y a buen precio, lo mejor la ubicación.
- Restaurante El Milagro (Carretera Sagunto-Burgos Km 123): está en un polígono a las afueras, pero se come de lujo.
- Gregory (Paseo del Ovalo, 5): tapas buenísimas y abundantes pero algo caras.
- La Barrica (Calle Abadía): pinchos originales y muy buenos.
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