El castillo fue mi primer acercamiento a este autor aunque ya tenía en mi poder sus dos anteriores novelas esperando que les hiciera un hueco entre mis lecturas.
Me gustó tanto la ambientación, la trama sólida y bien construida, la forma de narrar de Luis Zueco y los personajes en esa novela, que sabía que en cuanto saliera una nueva novela de este autor querría tenerla entre manos.
En cuanto tuve conocimiento de que otra vez nos llevaba a la Edad Media siendo, en este caso, una ciudad como la de Albarracín la que cogía el testigo, sabía que se colaría entre mis prioridades.
EL AUTOR
Luis Zueco (Borja, 1979) es novelista, historiador, investigador y fotógrafo. En la actualidad es el director del Castillo de Grisel, fortaleza medieval convertida en hotel con encanto. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación.Su novela El escalón 33 recibió la Mención de Honor en el Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2012, el Premio al Mejor Thriller Histórico 2012 de la web Novelas Históricas y fue seleccionada en el I Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. También ha publicado las novelas históricas Tierra sin rey y El castillo y la guía Castillos de Aragón: 133 rutas.
ARGUMENTO
Año 1284. Cae la noche en una de las ciudades medievales más bellas del mundo. Poderosas montañas y murallas inexpugnables la protegen de los reinos que la rodean y codician.¿Te atreves a caminar por sus estrechas calles, por sus empinadas cuestas y sus asombrosos rincones?
Empieza a oscurecer. Sientes frío. Escuchas los rumores acerca de las inexplicables muertes que se están sucediendo. De los secretos que esconden los gremios. De la peligrosa mujer encerrada en las mazmorras.
Las puertas se cerrarán pronto. Corre.
Una noche más, nadie podrá escapar de la ciudad.
MIS IMPRESIONES
La ciudad es la segunda entrega de una trilogía que comenzó con El castillo, cuyo único nexo de unión va a ser la ambientación en la Edad Media, ya que ninguna de ellas, más allá de que están situadas en Aragón, va a compartir escenarios ni personajes y entre entre ellas transcurrrirán varios siglos.Luis Zueco de esta manera intenta adentrarnos en un período de nuestra historia que no se conoce con demasiada profundidad, ya que como bien dice, y por lo menos ese es mi caso es cierto: “En España no conocemos la Edad Media; tendemos a resumirla en que hubo una reconquista y ya está”.
El escritor en este caso nos traslada a Albarracín, una ciudad prácticamente inexpugnable con una gran importancia estratégica y que, aunque es codiciada por los reyes de Aragón y Castilla, consigue mantener su independencia.
Ya desde las primeras páginas nos vamos a dar cuenta de que La ciudad no es únicamente una novela histórica. Al poco de empezar a leer nos vamos a encontrar con unos crímenes crueles cometidos contra los maestros de varios gremios, aunque los encargados de la investigación y de mantener el orden, en principio, no son capaces de vislumbrar qué es lo que pueden esconder y quién puede estar tras ellos. Un suspense que comienza de esta manera y que va a mantenerse hasta el final de la novela.
Pero lo anterior no va a ser lo único que vamos a encontrar, ya que en La ciudad también hay religión, magia, misterio, un asedio y alguna cosa más. Luis Zueco coge todos estos ingredientes, los une con maestría a unos hechos históricos verídicos y consigue una novela que capta nuestra atención de principio a fin, a la vez que nos instruye sobre una, bastante desconocida, parte de la historia y cómo se organizaba la vida de la ciudad.
Como ya pasara en El castillo, uno de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación. Albarracín con su ubicación, su difícil acceso, sus calles empinadas, sus calles estrechas, la plaza donde se establecía el mercado, sus construcciones, sus iglesias, su muralla, sus torres y la vida que encierra, va a ser un personaje más de la novela.
Junto con sus personajes nos vamos a mover por sus calles, vamos a ser testigos del auge del comercio, de la importancia que van ganando los gremios en la actividad de la ciudad, el funcionamiento de obispado, de cómo las tabernas era un buen lugar en el que conseguir e intercambiar información, etc. Todo ésto nos hace tener una idea muy aproximada de cómo era y el funcionamiento de una ciudad en el Medievo.
También vamos a sentir el ambiente claustrofóbico que se vive durante el asedio en el que conmina a toda la población, incluidos niños, mujeres y ancianos para, con cualquier arma a su alcance, intentar repeler la invasión, mientras no faltan los que conspiran y los gobernantes discuten sobre cómo solventar la situación aunque no siempre sea con la estrategia mejor y más acertada. Y todo esto, sin saber haber descubierto al verdadero culpable de unos crímenes que han tenido en jaque a la ciudad.
Hemos dicho que Albarracín es un personaje más de la novela, pero no hemos hablado del resto que se pasea por las páginas de esta novela. La ciudad es una novela coral aunque para mi hay un personaje que destaca del resto: Alodia, una mujer fuerte, con una memoria prodigiosa, culta, curiosa y que es víctima de una sociedad en la que la mujer vale menos que los animales, siendo mera mercancía para un matrimonio en el que nada importa su voluntad, máxime cuando la familia a la que pertenece está al borde de la ruina y su matrimonio es su única tabla de salvación. Pero en el caso Alodia ese no fue más que el principio de su desdicha.
En cuanto al resto de personajes, Luis Zueco crea un amplio elenco de ellos con pasiones, secretos, defectos y virtudes, y muy diferentes entre sí, que nos incitarán a tomar partido a favor de unos y aborrecer a otros, aunque algunos escondan más de lo que muestran.
Si tuviera que ponerle un pero a esta novela, es que a veces el autor en su voluntad de explicarnos tantos detalles de la época en que se desarrolla hace que la narración pierda algo de ritmo, aunque bien es cierto que no cuesta recuperarlo, resultando un inconveniente que se supera sin dificultad.
En conclusión, en La ciudad nos vamos a encontrar una novela con una trama muy bien tejida, con un ritmo que va en aumento, muy entretenida y didáctica, a la que se suman suspense y giros que nos mantendrán pegados a sus páginas y cuya lectura sin duda recomiendo.
FICHA DEL LIBRO