Sin ánimo de querer juzgar la obra de Ernst Bloch con severidad, debo manifestar a título personal, al menos por lo que se refiere a este texto en particular, que filosofías como la suya me resultan bastante insatisfactorias. Con este filósofo marxista me pasa que, o bien dice una perogrullada no especialmente interesante -para mí, al menos-, o bien dice algo tan enrevesado que no le encuentro mayor utilidad que la de pasar el rato o criticarlo, como ahora :P
La esperanza tiene que ser frustrable, ya que ella, en cuanto concretamente mediada, jamás podrá serlo con hechos fijos. Éstos son sólo momentos subjetivamente cosificados o interrupciones objetivamente cosificadas de la marcha histórica de las cosas. Histórica y procesual es esta marcha pero precisamente porque nada está todavía decidido como hecho irreversible, es decir, como ser devenido. De ahí que no sólo el afecto esperanza (con su correlato el temor), sino más bien el metodológico esperanza (con su correlato el recuerdo) se halla en el campo de un todavía-no, de una todavía duradera indecisión de la entrada y sobre todo del contenido último. Con otras palabras, directamente relacionado con lo frustrable: la esperanza lleva en sí eo ipso la precariedad del fracaso: no es seguridad.Ernst Bloch, 1965, ¿Puede frustrarse la esperanza?
(vía Carlos Gómez, pág. 168).