La felicidad está más cerca de lo que piensas, no está en llegar a las metas que ansías, ese tipo de placer es instantáneo y fugaz. La verdadera felicidad aunque parezca una utopía está en las pequeñas cosas.
Habitualmente lo que ya tenemos solemos darlo por hecho, tendemos a buscar algo que no tenemos para obtener placer. Sin darnos cuenta nos han enseñado que la felicidad está en las posesiones, contínuamente en los anuncios, las películas, nos venden que es feliz quien posee más cosas materiales, quien tiene un buen coche, una buena casa, la última ropa de marca,etc...
La realidad está muy lejos de todo eso, aunque el dinero ayude a disfrutar de más cosas materiales y se pueda sentir ilusión y disfrute al usar algo que nos gusta, es algo que no dura por mucho tiempo, porque si por ejemplo tienes el último modelo de móvil que salió al mercado, los primeros meses disfrutarás mucho pero será pasajero, después necesitarás otro modelo para quedar satisfecho porque te habrás cansado del que tenías.
El disfrute de cosas materiales es muy fugaz y ambicioso, porque nunca quedarás completamente satisfecho, cada vez necesitarás más. En cambio la satisfacción que se puede obtener emocionalmente no es pasajera, está demostrado que l a felicidad estable está en el mundo de las emociones. Una persona rica, si no tiene buenas amistades o una pareja con la que le vaya bien, será mucho menos feliz que alguien pobre con una buena vida social en la que reciba cariño, apoyo y buen ambiente.
Somos seres sociales por naturaleza y aunque unos necesiten más que otros, nuestra felicidad será proporcional al grado de satisfacción emocional que tengamos. Es paradójico conocer a personas que cuando están tristes se aíslan de su exterior, pensando que su infelicidad se debe a que su economía no marcha bien. Es lógico que si falta dinero para las necesidades básicas la infelicidad nos aceche, es cuestión de supervivencia, pero aislarse del entorno aún empeora más las cosas.
Lo único que nos puede ayudar a salir de los baches es la sociabilidad, ya sean amigos, familiares, conocidos, compañeros, etc... sea quien sea que te ofrezca un ambiente de comprensión y apoyo. Cuántas personas con problemas se refugian en buenas amistades y son capaces de seguir con sus vidas con normalidad, en cambio, las personas que están más solas llevan mucho peor los problemas.
Necesitamos conectar con otros para ser felices, trabaja para rodearte de buenas personas y disfruta de tu vida compartiéndola con otros. No pasa nada si no tienes un porsche, ni una gran casa de dos plantas, porque lo material no alimentará tu alma, infinidad de personas han buscado la felicidad en cosas materiales y después de tenerlo todo se han dado cuenta de que se sentían vacías, que la vida merece la pena cuando cuentas con personas que merecen la pena.
La felicidad no se consigue con un golpe de suerte, ya que suelen ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que pasan a diario.