Revista Cultura y Ocio
"No soporto a la gente que se queja. El problema es que el mundo está lleno. Por eso tengo un problema con la gente.
en el pasado podría haberme quejado en muchas ocasiones, pero siempre me he resistido a practicar algo que ha convertido el mundo en un coro de plañideras.
Al final, la única cosa que nos separa de los animales no es la conciencia que estúpidamente les negamos, sino esa tendencia a la autocompasión que deja a la humanidad por los suelos."
Me gustan los libros llevados por personajes fuertes, rotundos, que tengan realmente algo que contar. Por eso me gustó el más que famoso "Abuelo que saltó por la ventana..." y por eso cuando salió este libro me fijé inmediatamente en él. Hoy traigo a mi estantería virtual, La cocinera de Himmler.
Conocemos a Rose cuando ya tiene 105 años y un restaurante en Marsella, momento que elije para relatarnos su vida. De este modo nos enteramos de la historia de los últimos cien años mezclada con la suya propia. Nace en pleno genocidio armeno, que la deja sin familia, vive la Guerra, la subida de Hitler al poder junto al Holocáusto judio y junto a un marido francés de origen judío. Y conoce a Himmler, viaja por Europa, china o Estados Unidos y aparece en momentos decisivos de la historia contemporánea.
Giesbert nos regala en esta novela uno de esos personajes que buscan convertirse en inolvidables. Una mujer mordaz, deslenguada y valiente que sobrevive a un siglo lleno de sucesos que marcarán la historia. Una mujer además irónica, que no tiene pelos en la lengua para hablar de sexo y a la que no conseguimos ver en ningún momento como la anciana que se supone debido a la edad que tiene. Ese el realmente el punto fuerte de la novela, como ya nos suponemos desde el título junto a un tono que nos sacará más de una sonrisa incluso durante alguno de los terribles momentos que nos relatará la protagonista.
De este modo seremos testigos del relato de una superviviente, puesto que es el rasgo más característico de la protagonista de la historia. Una mujer que nos relatará un siglo marcado por momentos terribles y con la que conoceremos la cara de un Himmler culto y casi blando y que nos hablará del maoísmo, del holocausto y de cocina.
La novela es entretenida, con una estructura muy ágil y se dirige al lector de forma fresca, propiciando así una lectura rápida pese a que en algún momento se para un poco. Sin embargo yo me esperaba más, esperaba un personaje distinto, inolvidable como comentaba antes, sólido... y a esta cocinera le han faltado sentimientos. Si bien nos queda claro el sentimiento de venganza, muchas veces da la sensación de que se distancia de lo que nos está relatando (como en el episodio en el que pierde a su familia). Lo más destacable en este caso son las ocurrentes frases que salpican el libro y que hacen que el lector esboce una sonrisa en los momentos más insospechados.
Una novela cargada de optimismo entre fogones, toques picantes y venganzas para disfrutar sin grandes pretensiones.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias