En 1978, un grupo de andaluces que estaban viviendo en L'Hospitalet, al ver las procesiones de Semana Santa de Andalucía desde la televisión del bar Kiki de la Avenida Severo Ochoa, decidieron, tras un golpe de nostalgia, tomar una mesa, ponerle un mantel y, con una imagen de la Macarena pintada en un delantal, puesta en un palo de escoba y colocada encima de la mesa, salir por la calle en procesión con ella. De esta forma tan estrafalaria, fruto de la religiosidad, de las cervezas y de los carajillos de Veterano, dio inicio la procesión laica de la Cofradía 15+1, en la actualidad la más multitudinaria de Catalunya.
Formada por 500 socios que mueven a casi un millar de personas entre costaleros, penitentes, romanos y músicos, la cofradía saca cada Semana Santa hasta 9 "pasos" en comitiva por las calles de los barrios de Pubilla Cases ( ver Pubilla Cases, historia del barrio pijo que torció su destino) y La Florida ( ver La Florida, historia y dignidad de un barrio de Hospitalet). A pesar de ser una copia de las sevillanas, llama la atención por ser laica (es decir, no tiene el apoyo eclesiástico detrás) particularidad que se debe a que, en su momento, el cura de la parroquia de la Mare de Déu de la Llum de La Florida -Pubilla Cases no tenía ninguna iglesia en aquellos tiempos- no quiso reconocer aquella atípica procesión que se estaba montando. Sin embargo, esta limitación no impidió que, año tras año, el desfile creciera y se asentara, hasta convertirse a día de hoy en la expresión religiosa más tradicional y popular de L'Hospitalet ( ver Las elevadas y supervivientes baldosas del Viacrucis de L'Hospitalet).
El dato: La cofradía se llama "15+1" por haber sido 15 personas las fundadoras, más el pueblo de L'Hospitalet (el número 1), ya que les dio el apoyo que no recibieron por parte de la Iglesia.