No todas las noticias que provienen de la Justicia han de ser malas. De vez en cuando, entre el aluvión de despropósitos judiciales al que estamos acostumbrados, encontramos una perla.Es el caso de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha declarado ilegal el proyecto de crear el llamado mini-Vaticano en terrenos de la Cornisa que deberían estar reservados a zona verde.El varapalo del Tribunal a la Cofradía del Santo Despojo (Ayuntamiento, Comunidad y Obispos) es de los que hacen época. Debería causarles sonrojo a Ruiz-Gallardón y a Esperanza Aguirre, quienes tienen encomendada por la ciudadanía la salvaguardia del patrimonio de los madrileños y no la de dedicarse a especular con nuestro dinero, nuestro espacio y nuestro futuro. De la Iglesia y de Rouco Varela ya sabemos que no podemos esperar nada bueno. Lo suyo es la rapiña, engatusar a las ancianas para que engorden el cepillo y amenazarnos a todos con infantiles penas del infierno por usar condón. (De la pederastia hoy no hablo).Parece que la Justicia es cada día más sensible ante los desmanes que los políticos (por razones inconfesables) cometen contra el Patrimonio. Ya paralizó la destrucción de la ciudad árabe de Murcia y también el derribo de las casas del Cabanyal valenciano.No voy a insistir más en el asunto porque ya escribí de ello hace tiempo (aquí) y lo mejor que puede hacer cada uno es leer la información de prensa (aquí, aquí y aquí) para conocer de primera mano la contundencia del Tribunal.