La comida que te alegra

El otro día -hace siglos, lo sé- os hablaba de lo importante que es tener amigos para ser felices y resistentes al dolor, pero no es lo único que influye, también la comida.
Efectivamente, una mala alimentación también puede llevar a la depresión. Por eso, para evitarla, debéis comer los siguientes alimentos: avena, pimiento verde -yo añadiría que si son de los de Padrón, que unos pican y otros non, mejor-, salmón -y pescado azul en general-, arroz integral, plátano, ajo -cocinado, que os veo- y levadura de cerveza, que no beberse litros de cerveza.
Todo esto dicen que tienen las vitaminas necesarias para nuestro cuerpo y por tanto ayudan a estar bien mentalmente, no solo físicamente.
Mi pregunta es... ¿dónde está el chocolate? Quicir, a mí un trocito de chocolate después de comer me da la vida. ¿Y ese cafecito de media mañana? A lo mejor es que nos quieren quitar los vicios, pero oye, conozco a más de una persona que le quitas los dulces u otras cosas y se convierten en el peor monstruo que hayas podido ver.
Además, con esa lista tan corta de ingredientes, ¿qué comidas podemos preparar? Muy pocas. Por tanto, necesitamos más cosillas. Un buen chuletón de Ávila, un cochinillo de Segovia, un chocolate con churros en invierno... Lo normal y típico que se come todos los días en una casa, vamos. No me digáis que en vuestra casa coméis así de sano porque no me lo creo y me presento a revisar despensas y neveras. (Llevaré tuppers, aviso).
Si os animáis a probar el menú de la felicidad y la salud, porque eso todo tiene que ser sano, avisadme de vuestro plan semanal, y si es factible... os daré la enhorabuena. No esperéis chuches de mi parte. Hay que ser constante.
Yo me seguiré dedicando a la mala vida, que visto de otra manera... me hace algo feliz.