Después de escuchar ayer al presidente Rajoy, uno sigue sin saber casi nada. En primer lugar, porque lo que dice, al día siguiente lo niega y además porque ésta ha sido una intervención vacía, absolutamente inútil.
Algunas cuestiones de las que dijo ayer, le descalifican directamente, sin más. ¿Alguien puede creer que la subida de la prima de riesgo no se deba, en gran parte, a Bankia? ¿Alguien puede asegurar que vista nuestra situación, cada día peor, no haya intervención financiera? ¿Puede haber alguien que no crea necesario conocer los detalles de esta ‘quiebra técnica’?
Es verdad que hemos criticado que este presidente no comparece casi nunca. Pues bien, ahora lo hace en su sede, arropado por sus siglas, en plena calle Génova. Desde luego, no parece el lugar idóneo, cuando hay un congreso al que el propio Rajoy dijo que iba a hacerle el centro de la vida política de este país. La primera en la frente. Génova es más cálida que la Carrera de San Jerónimo.
Pero es que, además, ha sido incapaz de hablar de Bankia. Ni una sola palabra en la comparecencia. Solamente, después, cuando le han preguntado los periodistas –menos más que se ha dignado hacer una rueda de prensa donde es posible preguntar—, no ha tenido más remedio que hablar de esta institución financiera.
Lo que ocurre es que después de oírle, casi nos vemos en la necesidad de disculpar a Bankia, y al gobierno, porque parece como si en vez de una desastrosa gestión, hubiera ocurrido un accidente, una cuestión ajena a la gestión del banco.
Recordamos a aquel hombre que predecía que con su sola presencia, se restablecería la confianza en España. Bueno, pues para comprobarlo, después de hablar Rajoy, ayer mismo y hoy, la prima de riesgo ha seguido subiendo y la bolsa bajando. Ese es el carisma de nuestro querido presidente, inyecta confianza por doquier, como se puede comprobar.
Y qué decir de lo determinante que ha sido al hablar de la posible comisión de investigación. Ha contestado con un claro y bronco no, aduciendo que se están dando las explicaciones pertinentes, cuando resulta que todavía, al día siguiente, no se sabe de qué forma se van a inyectar esos 19000 millones de euros.
Claro que aquí no se encuentra solo. CiU y el PSOE, ya se sabe, ‘partidos de bien’ están de acuerdo en que comparezcan los gestores de Bankia y del Banco de España pero no quieren una comisión de investigación.
Parece claro que lo que puede salir de una comisión puede también salpicar al PSOE, que ha estado en el gobierno durante gran parte del periodo donde se han gestado las miserias de Bankia. Que también ha sido quien puso a MAFO, al mando del Banco de España y que defendió a capa y espada, cuando estaba en el gobierno, la absoluta solidez de nuestro sistema financiero.
Ha sido Izquierda Plural, quien ha solicitado urgentemente una comisión de investigación. y quien, vistas las dificultades para que se admita la petición por la mesa del Congreso –tampoco el PSOE y CiU la admiten—, está creando una plataforma ciudadana con el fin de que se pueda impulsar la que Cayo Lara ha llamado Comisión de la Verdad. La única posibilidad de conocer lo ocurrido.
El PSOE quiere que comparezcan los responsables y ‘de momento’ no solicitar una comisión de investigación. Aunque dentro del partido socialista, hay gente cualificada como Carme Chacón, Tomás Gómez, Cristina Narbona y Odón Elorza, entre otros, que han pedido que se apoye la iniciativa de Izquierda Unida para que se cree esa comisión.
¿Alguien cree que en unas comparecencias va a conocerse lo ocurrido? No seamos ingenuos o interesados. Los personajes nefastos que han consentido este fraude van a defender por todos los medios, su gestión y van a echar la culpa –al igual que ya ha hecho el nuevo presidente de Bankia— a la situación crítica y convulsa en que vivimos. Y todo quedará en su palabra contra la de los demás.
Es necesaria esa Comisión de la Verdad. La única donde los comparecientes pueden ser interpelados, pueden manejarse documentos y pueden conocerse los pormenores de las decisiones que han llevado a Bankia a la ruina. Una ruina que nos va a costar 500 euros por español.
Sí a la Comisión. Todo lo demás es una pérdida de tiempo y una forma de tapar miserias que hace que hoy en día, cientos de miles de clientes tengan miedo –por cierto, los depósitos están asegurados hasta 100.000 euros, por ley—, que miles de accionistas vean que su inversión ha perdido el 85% y que miles de trabajadores vean peligrar su puesto de trabajo.
Claridad y transparencia, Sr. Rajoy, justo lo que tantas veces pregonaba y exigía al PSOE cuando estaba en la oposición. Ya está bien de engaños.
Salud y República
P.D. MAFO acaba de anunciar su salida del Banco de España, un mes antes de que finalice su mandato. Ya sabemos quienes, ante un barco que se hunde, huyen primero.