La competencia es la verdadera piedra angular de la verdadera confianza

Dejemos una cosa clara.

Hay todo tipo de falsa confianza por ahí.

Al fin y al cabo, la idea de fingir hasta conseguirlo sigue siendo popular en todo el mundo.

Mucha gente tiene la impresión de que mientras parezca que tienes éxito, eso es lo único que importa.

El éxito real acabará por alcanzarte.

Por la misma razón, no falta quien crea que mientras los demás acepten la idea de que uno sabe de qué habla, entonces es tan bueno como el verdadero.

Este tipo de persona da mucha importancia a un título formal o a un lugar en cualquier organigrama.

La idea es que tu papel te define.

En otras palabras, si tienes un título, tu título te da de alguna manera una especie de competencia instantánea.

Ambas ideas implican un pensamiento mágico.

Simplemente se requiere demasiada creencia y lógica para que la gente las acepte y produzcan resultados reales.

Lamentablemente, hay muchas personas que creen en fingir hasta que lo consiguen.

Las personas que creen que su título o la forma en que los demás los perciben determinan realmente quiénes son son muy largas.

Por supuesto, como todos sabemos, todo es una falacia porque hay una gran diferencia entre parecer que se sabe hacer algo y ser realmente capaz de cumplirlo.

Lamentablemente, tenemos una sociedad tan obsesionada con la autoestima que la equipara con la confianza en sí mismo, que resulta ser el tipo equivocado de confianza en sí mismo.

Recuerda que no importa si crees que sabes construir un puente o no.

No importa si crees que eres un genio o no.

Lo que importa es si eres capaz de cumplir las exigencias que te impone la sociedad.

Desgraciadamente, muchas personas que dan más valor a la confianza en sí mismas que a la autoestima se desmoronan.

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Sencillamente, se desmoronan como un castillo de naipes porque han creado una confianza en algo que no es cierto.

La competencia es la verdadera piedra angular de la verdadera confianza, porque se prueba y se desarrolla sólo cuando se afronta la adversidad, el desafío y el fracaso.

Por supuesto, llegar a este punto puede suponer muchas molestias e inconvenientes, pero de eso se trata.

No es algo que se consiga sólo por presentarse.

No es sólo una especie de premio en la puerta.

Esto es algo por lo que se lucha.

Esto es algo que te has ganado.

Esto es algo que se sacrifica.

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