Revista Cultura y Ocio

La comuna de París

Publicado el 21 noviembre 2019 por Academiacruellas

La Comuna de París ocupa un lugar importante en la historia, y más concretamente en la historia del movimiento obrero y del socialismo en Francia. El hecho en sí es complejo ya que actuaron diferentes causas y no todas ellas eran de carácter socialista. El pueblo de París había sido tocado en su patriotismo: el Imperio y el gobierno nacional eran considerados culpables de la derrota y de la capitulación final. El cambio de capitalidad de Versalles por París hirió profundamente a los parisinos. Al mismo tiempo, la Asamblea Nacional estaba dirigida por los realistas, mientras que París tuvo un voto republicano. Las medidas tomadas por la Asamblea ponían en peligro la propia existencia del pueblo bajo.

Tras el 18 de marzo, se pasa de una simple rebelión espontánea a una insurrección obrera, o predominantemente obrera. De los 65 miembros que conforman la Comuna, el 40 por ciento son obreros. Allí encontramos a los “oscuros” y a los “desconocidos” de las Sociedades Obreras o de las secciones de la Internacional. Los obreros que ejercen una mayor influencia son por norma general artesanos y obreros artesanales, aunque ya empiezan a tener mayor influencia los obreros provenientes de las ramans industriales. Pero al mismo tiempo, participan personas procedentes de la pequeña burguesía: tenderos, maestros, etc. 

¿Fue una revolución socialista? En todos aquellos años el socialismo como tal estaba dividido en muchos grupos y ramas diferentes, por lo tanto, no se puede hablar de una revolución socialista estricta. Había mezclas de diferentes conceptos, desde conceptos socialistas hasta tradiciones procedentes de la Revolución Francesa. Se puede hablar de una minoría y de una mayoría. La minoría -que además se opusieron a la Creación de un Comite de Salud Pública- eran básicamente internacionalistas y obreros. En cambio, la mayoría era una mescolanza. Estaban los “blanquistas”, los “jacobinos”, los “revolucionarios independientes” y también los “radicales”. Muchos de ellos tienen añoranza de la revolución de 1879, que intentan de nuevo darle forma. La Comuna dispuso de 62 días e inmediatamente estuvo ocupada en los problemas de la guerra. También es verdad que se aprobaron una serie de reivindicaciones populares y especialmente obreras como la prohibición del trabajo nocturno en las panaderías, devolución a los inquilinos de dos plazos de alquiler, moratoria para el cobro de las deudas, apertura en cada ayuntamiento de una oficina de colocación, supresión de las multas y de las retenciones salariales, reformas del Monte de Piedad, etc. Pero hay otras medidas que intentar tener más calado como que las cooperativas siempre tendrán preferencia. Además intentan elaborar un contrato de trabajo en el cual queda establecido el precio mínimo por jornada trabajada. por lo tanto, sí que se puede decir que la Comuna tuvo diferentes proyectos socialistas sobre la mesa.

Ahora bien, la Comuna fue una insurrección que no fue deseada por los que la protagonizaron. Así Marx, en un comunicado al Consejo General de la AIT aconsejaba en septiembre de 1870 que los obreros franceses evitasen cualquier intento de sublevación. Pero las iniciativas tomada por Thiers obligaron a la población parisiense a dar una respuesta que se materializó en la Comuna. Una vez derrotada la Comuna, los teóricos del socialismo intentaron interpretarla. Esto ocasionará diversas divergencias, y básicamente surgen dos interpretaciones de aquellos hechos: por un lado las interpretaciones de Bakunin, y por otro lado las interpretaciones de Marx.


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