En temas de prevención siempre se tratan los mismos factores, que si los Epis (Equipo de Protección Individual), que si el sentido común, que si la prudencia… Pero hay un tema que no siempre se toca, la necesidad de poder comunicarnos con nuestro Jefe para evitar situaciones de riesgo.
A la mayoría de nosotros nos habrá pasado el encontrarnos con jefes de todo tipo, desde el jefe ejemplar que escucha, aconseja, enseña y ayuda a que tanto su rendimiento como el nuestro sea lo más alto posible, como con jefes no tan deseables que pueden pecar de ser un poco déspotas, ineficientes o cosas peores. Pues en mi opinión el tipo de jefe que tengamos influye en gran medida en la seguridad en el trabajo y por supuesto en nuestra productividad.
Está claro que un jefe de equipo tiene muchas funciones que desempeñar, unas más exigentes que otras, pero desde mi punto de vista es imprescindible que un Jefe tenga buenas dotes de comunicación, no sólo para transmitir ideas de forma eficiente, también para escuchar y poder estar atento a lo que sus colaboradores le quieren transmitir, quejas, sugerencias, soluciones para prevenir riesgos… etc
¿Por qué es importante esto en materia de prevención de riesgos laborales?
La respuesta desde mi punto de vista es tan obvia que abruma. Principalmente por dos razones.
- Si escucha y atiende a sus empleados, podrá detectar cualquier situación “excepcional” que pueda afectar al colaborador. Y es que no todos tenemos siempre un buen día. Puede ser que por cualquier motivo personal, ya sea familiar o de cualquier otra índole, nos veamos afectados emocionalmente durante un tiempo, y esto lo creamos o no, afecta a nuestro desempeño en el trabajo, y de varias formas además. Nuestra concentración se reducirá, nuestro rendimiento también, nuestra capacidad de percepción de lo que ocurre a nuestro alrededor… y muchas otras cosas que pueden resultar fatales en según que trabajo. ¿Os imagináis que un operador de Grúa no se concentrara en su trabajo y no prestara atención a lo que ocurre a su alrededor? Sin duda sería fatal. Pero sin embargo si un jefe es capaz de detectar los síntomas de este tipo de situación podrá hablar con su colaborador, entender que ocurre y si es necesario buscar soluciones para prevenir cualquier riesgo que pueda ocasionarse tanto para el colaborador en si, como para el resto de compañeros.
- Atender a sugerencias de los empleados: A pesar de que nuestros jefes pueden estar muy ocupados, e incluso puede que muchos trabajaran en su día en un puesto como el de sus colaboradores, hay que ser realistas, y es muy fácil que al atender sus obligaciones pierdan un poco el prisma de lo que es el trabajo en otros puestos. Así pues, si un colaborador tiene una sugerencia o necesita hablar sobre algún tema en concreto, conviene dedicarle el tiempo que sea necesario puesto que nadie mejor que él sabrá la realidad sobre su puesto de trabajo, y puede que se dé el caso de que tenga alguna sugerencia que pueda mejorar la productividad o la seguridad laboral tanto para él como para sus compañeros.
Por lo tanto, si tenemos un puesto con cierta responsabilidad, y colaboradores a nuestro cargo, en mi opinión como especialista en prevención de riesgos, es imprescindible y muy recomendable el prestar atención a lo que dicen y mostrarnos siempre dispuesto a tratar los temas que sea necesario, para garantizar la idoneidad de sus puestos y el nuestro, sobretodo en materia de prevención y seguridad.